MADRID, 7 May. (EDIZIONES/Portaltic) -
En las últimas semanas, las redes sociales y la opinión pública han quedado conmocionadas por el reto de la 'ballena azul', el juego por el que se han producido suicidios de adolescentes en varios países, en especial Rusia y Brasil. Precisamente en el país sudamericano ha nacido 'Ballena rosa', un juego opuesto que promueve 50 desafíos para animar a los adolescentes y con ello salvar vidas.
La iniciativa se difunde a través de una página web, baleiarosa.com.br, así como una aplicación para 'smartphones' que puede descargarse tanto desde móviles Android como iOS de forma gratuita. Los creadores del proyecto han contado con el apoyo del Gobierno del estado brasileño de São Paulo, y han lanzado su web en tres idiomas: portugués, inglés y español.
Desde las distintas plataformas, 'Ballena rosa' difunde 50 retos, uno más que los del juego nacido en Rusia. Aunque su carácter es completamente distinto, cuenta con paralelismos: los participantes pueden nominar a sus amigos y conocidos, y también se les pide que compartan cada uno de los desafíos a través de las redes sociales. Para ello han creado el 'hashtag' en Twitter #BallenaRosada.
El primero y el segundo de los retos con el que comienza es el de escribir con un rotulador un mensaje en el brazo de una persona a la que se aprecia y dibujar una ballena rosa en un papel, compartiendo una fotografía de ellos en el 'hashtag' de Twitter. La página web cuenta con una galería, llamada 'mar de cachorros', que recoge los mensajes positivos de los participantes.
En cuanto al resto de desafíos, están orientados a que los adolescentes y jóvenes mantengan una actitud positiva, como hacer un nuevo amigo, ayudar a una persona que ha sufrido acoso o incluso compartir una lista de canciones. En otros casos son sencillamente divertidos, como abrazar a una fruta, dibujar un animal imaginario, hablar con letras de canciones y buscar formas en las nubes.
'Ballena rosa' concluye con el reto número 50, que consiste en salvar una vida, ya sea ayudando a alguien necesitado, o a un animal o aportando nuestro granito de arena en una organización. No obstante, los retos no se detienen aquí, y algunas de las nuevas pruebas pasan por compartir un libro o cantar en la ducha.