MADRID, 18 Jun. (Portaltic) -
Los últimos procesos electorales y, más en concreto, el caso del exconcejal de Cultura y Deporte del Ayuntamiento de Madrid, Guillermo Zapata, y los posteriores rumores de otros políticos y cargos públicos que han comenzado a limpiar sus cuentas de las redes sociales, han motivado un nuevo debate sobre la libertad de expresión y la idoneidad de eliminar contenido antiguo de sus cuentas.
Políticos, activistas, actores, cantantes y demás personalidades públicas se han visto rodeadas de polémica en más de una ocasión por publicar mensajes que bien no supieron expresar adecuadamente dada la limitación de la red social, bien no utilizaron el filtro de la razón y escribieron sin pensar lo primero que se les pasó por la mente. Sea como fuera, las consecuencias de sus palabras acaban por pillarlos.
Esas consecuencias pasan por la explicación, la disculpa e, incluso, la eliminación de los 'tuits' objeto de polémica. Resulta que hay empresas que se dedican a depurar el 'timeline' de sus clientes y programas que permiten hacerlo sin necesidad de recurrir a terceros, como TwitWipe, TweetDeleter o Tweeteraser.
Sin embargo, todos los 'tuits' públicos que se comparten en Twitter pasan a formar parte de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos de manera permanente desde 2010, lo que significa que en realidad los 'tuits' no se eliminan pese a que algunos crean que pueden hacerlos desaparecer del escrutinio público.
Ya en su día, Twitter mostró su interés en archivar los más de 55 millones de 'tuits' que se generaban al día -con fecha de 2010- en la red social, y, aunque algunos están protegidos, como matizó la compañía, "muchos de esos 'tuits' son creados con la intención de que estén disponibles públicamente".
"Con los años, los 'tuits' se han convertido en parte significativa de los eventos globales alrededor del mundo, desde elecciones históricas hasta desastres devastadores", explicó Twitter en un comunicado. Por este motivo, la compañía donó los 'tuits' al archivo del Congreso estadounidenses, para su "preservación y búsqueda". Eso sí, los 'tuits' almacenados solo pueden usarse pasados seis meses de su inclusión en el archivo y nunca para fines comerciales.