MADRID 2 Sep. (EUROPA PRESS) -
La sonda Mars Express de la ESA ha remitido imágenes de un cráter que fue en su día el lecho de un gran lago, como se deduce a partir de los restos de un delta. Es un recuerdo de la época en la que el agua fluía por la superficie de Marte.
Este delta se encuentra en el cráter de Eberswalde, en las tierras altas del sur de Marte. Este cráter de 65 kilómetros de diámetro se puede distinguir como un semicírculo a la derecha de la imagen superior. Se formó hace más de 3.700 millones de años tras el impacto de un asteroide.
La cresta del cráter sólo se conserva en su cara derecha, y el resto prácticamente ha desaparecido. Un impacto posterior dio lugar al cráter Holden, de 140 kilómetros de diámetro, que domina el centro y la parte izquierda de la imagen. Las rocas arrancadas por este segundo impacto cubrieron gran parte del cráter Eberswalde.
No obstante, en el fragmento visible de Eberswalde se conservan los restos de lo que en su día fue un gran delta, surcado por múltiples brazos fluviales, como se puede observar en la sección superior derecha del semicírculo. Este delta cubre una extensión de unos 115 kilómetros cuadrados. Los serpenteantes cauces fluviales al norte del cráter lo alimentaban de agua, dando lugar a un gran lago.
Cuando el lago se secó, gran parte del delta y de sus cauces fluviales quedaron ocultos bajo una nueva capa de sedimentos, arremolinados por el viento. Estos depósitos secundarios han sufrido la acción de la erosión en una parte del delta, dejando al descubierto la estructura invertida que podemos observar hoy en día.
Esta estructura, identificada por primera vez por la sonda Mars Global Surveyor de la NASA, demuestra que el cráter fue en su día el lecho de un lago. Este tipo de formaciones son una prueba inequívoca de que hace tiempo el agua fluía por la superficie de Marte.
Los cráteres Eberswalde y Holden son dos de los cuatro emplazamientos seleccionados para el aterrizaje del próximo rover de la NASA, que despegará a finales de este año. El principal objetivo del Mars Science Laboratory (MSL) es el estudio de regiones que sean o que hayan podido ser habitables. La misión Mars Express de la ESA ha ayudado a seleccionar cuál de los cuatro es el más interesante.
El delta del cráter Eberswalde es una prueba de la presencia prolongada de agua líquida en la superficie marciana, mientras que el cráter Holden contiene diversos minerales y estructuras fluviales. En otro de los candidatos, en el Mawrth Vallis, afloran parte de las capas de arcilla más antiguas de Marte. Sin embargo, el pasado mes de julio se tomó la decisión de visitar al cuarto candidato, el cráter Gale, debido a su gran diversidad de minerales y de estructuras formadas por la acción del agua.
De momento, Eberswalde, Holden y Mawrth Vallis seguirán guardando sus secretos.