MADRID 27 Abr. (EUROPA PRESS) -
La flota de telescopios espaciales de la ESA (Agencia Espacial Europea) ha capturado la cercana galaxia de Andrómeda, también conocida como M31, en diferentes longitudes de onda. La mayoría de estas longitudes de onda son invisibles para el ojo y cada una muestra un aspecto diferente de la naturaleza de la galaxia.
La luz visible, como se ha visto por los telescopios ópticos terrestres y a simple vista, revela las estrellas que brillan en la galaxia de Andrómeda, pero representa sólo una pequeña parte de todo el espectro de radiación electromagnética. Hay muchas diferentes longitudes de onda que son invisibles para nosotros, pero que son revelados por telescopios en órbita.
A partir del final de la longitud de onda larga, la nave espacial Planck recoge microondas. Estas muestran las partículas de polvo muy frío, a sólo unas pocas decenas de grados sobre el cero absoluto. mientras polvo ligeramente mayor temperatura se manifiesta en las longitudes de ondas infrarrojas más cortas observadas por el telescopio espacial Herschel. Este polvo se localiza en los brazos espirales de la galaxia de Andrómeda, donde nuevas estrellas están naciendo.
El telescopio XMM-Newton detecta longitudes de onda más corta que la luz visible, tanto ultravioleta como rayos X. Estos muestran las estrellas más viejas, muchas llegando al final de sus vidas y otros que ya han estallado, enviando ondas de choque por el espacio. Al monitorear el núcleo de Andrómeda desde el año 2002, el XMM-Newton ha revelado muchas estrellas variables, algunas de las cuales han sido objeto de grandes explosiones estelares conocidas como novas.
Las longitudes de onda ultravioleta también muestran la luz de las estrellas muy masivas. Se trata de estrellas jóvenes que no vivirán mucho. Agotan su combustible nuclear y explotan como supernovas generalmente dentro de unas pocas decenas de millones de años después de su nacimiento. La luz ultravioleta es normalmente absorbida por el polvo y la reemite en forma de rayos infrarrojos, por lo que las zonas donde se ve la luz ultravioleta se corresponden directamente con el relativamente claro polvo de Andrómeda.
Al poner todas estas observaciones en conjunto, y ver a Andrómeda en sus colores diversos, los astrónomos son capaces de seguir el ciclo de vida de las estrellas.