MADRID 28 Feb. (EUROPA PRESS) -
El hallazgo de materia alienígena, que la NASA anunció el pasado mes de enero, ha servido para descubrir que la composición química del sistema solar es diferente a la que forma el cosmos que se encuentra a su alrededor.
Así, la agencia espacial estadounidense ha señalado que el anuncio de este descubrimiento se ha basado en datos proporcionados por la nave espacial Interstellar Boundary Explorer (IBEX), lanzada en 2008 y que es capaz de tomar muestras del material que fluye hacia el sistema solar desde el espacio interestelar.
Los expertos han señalado que el 'truco especial' de IBEX es la detección de átomos neutros que se deslizan a través de las defensas magnéticas de la heliosfera. De este modo, sin llegar a salir del sistema solar, la nave espacial IBEX puede tomar muestras del exterior de la galaxia.
Los dos primeros años que la nave ha pasado contando estos átomos alienígenas han dado lugar a algunas conclusiones que los científicos han definido como "interesantes". "Se han medido directamente cuatro tipos diferentes de átomos que provienen del espacio interestelar y la composición simplemente no coincide con la que vemos en el sistema solar", ha apuntado el científico de la misión IBEX Eric Christian.
En este sentido, ha explicado que, entre los cuatro tipos de átomos detectados (Hidrógeno, Helio, Oxígeno y Neón), el Neón sirve como una referencia particularmente útil. "El neón es un gas noble, por lo que no reacciona con nada y es relativamente abundante, de modo que se puede medir con buenas estadísticas", ha apuntado.
De este modo, utilizando los datos proporcionados por la nave espacial IBEX, el equipo de investigadores ha comparado la proporción de Neón y Oxígeno en el interior de la heliosfera con la del exterior de la misma. Concretamente, los expertos han informado que, por cada 20 átomos de Neón que hay en el viento galáctico existen 74 átomos de oxígeno. "En nuestro propio sistema solar, sin embargo, por cada 20 átomos de neón, hay 111 átomos de oxígeno", han apuntado en una serie de artículos científicos, publicados en 'Astrophysical Journal'.
"Eso se traduce en una mayor cantidad de oxígeno en cualquier porción determinada del sistema solar que en el espacio interestelar local", han apuntado.
Ante esta situación "hay por lo menos dos posibilidades", según ha señalado el investigador David McComas, para quien, "o bien el sistema solar evolucionó en una parte separada de la galaxia, más rica en oxígeno que el sitio donde está actualmente; o una gran cantidad crítica de oxígeno que proporciona vida se encuentra atrapada en granos de polvo o en hielos interestelares, los cuales son incapaces de moverse libremente a través del espacio (y, por lo tanto, no pueden ser detectados por la nave espacial IBEX)".
Para McComas, este descubrimiento afecta a los modelos científicos que hablan sobre cómo se formó el sistema solar y la vida y la situación es ahora "un verdadero rompecabezas".
La NASA ha señalado que, mientras la nave espacial IBEX toma muestras de átomos alienígenas de la órbita de la Tierra, las naves Voyager, de la agencia espacial, han estado viajando hacia el borde de la heliosfera durante casi 40 años y pronto podrían encontrarse en el exterior, mirando hacia adentro. Los investigadores esperan que la nave Voyager 1 salga del sistema solar en los próximos años.