MADRID, 3 Ene. (EUROPA PRESS) -
Una serie de especies desconocidas para la ciencia han sido descubiertas en el fondo marino cerca de la Antártida, en el ambiente cálido y oscuro que rodea las chimeneas hidrotermales. Los descubrimientos, realizados por equipos de investigadores dirigidos por la Universidad de Oxford, la Universidad de Southampton y el Servicio Antártico Británico, incluyen nuevas especies de cangrejo yeti, estrella de mar, percebes, anémona de mar y pulpo. El equipo ha publicado sus hallazgos en la revista 'PLoS Biology'.
Por primera vez, los investigadores han utilizado un vehículo de operación remota (ROV, por sus siglas en inglés) para explorar el East Scotia Ridge, en las profundidades del océano Austral, donde los respiraderos hidrotermales (con puntos que alcanzan hasta los 382 grados Celsius) crean un ambiente único que carece de luz solar, pero es rico en ciertas sustancias químicas.
"Las fuentes hidrotermales son el hogar de animales que no se encuentran en ninguna otra parte del planeta, los cuales obtienen su energía no del Sol, sino de sustancias químicas como el sulfuro de hidrógeno", explica el profesor Alex Rogers, del Departamento de Zoología de la Universidad de Oxford, quien dirigió la investigación.
Los aspectos más destacados de las inmersiones del ROV incluyen imágenes que muestran enormes colonias de una nueva especie de cangrejo yeti, agrupadas alrededor de las chimeneas de ventilación; en otras partes, el ROV captó imágenes de una nueva especie predadora de estrella de mar -que con sus siete brazos se arrastra por los campos de percebes; y también un pulpo pálido no identificado, a casi 2.400 metros de profundidad.
"Lo que no encontramos es casi tan sorprendente como lo que encontramos --afirma el profesor Rogers--, muchos animales como gusanos, mejillones, cangrejos y camarones, que se encuentran en los respiraderos hidrotermales de los océanos Pacífico, Atlántico e Índico, no estaban allí".
El equipo cree que las diferencias entre los grupos de animales que se encuentran alrededor de los conductos termales de la Antártida y los que se encuentran alrededor de las chimeneas en otros lugares sugieren que el Océano Antártico puede actuar como una barrera para algunos de estos animales. Las especies únicas encontradas también indican que los ecosistemas de ventilación pueden ser mucho más diversos, y sus interacciones más complejas, de lo que se pensaba.
En abril de 2011, el profesor Rogers participó en un panel internacional de científicos marinos, que se reunieron en el Somerville College, en Oxford, para compartir las últimas investigaciones sobre los océanos. Un informe preliminar del panel advirtió que los océanos están en riesgo de entrar en una fase de extinción de especies marinas, sin precedentes en la historia de la humanidad.
"Estos resultados son una prueba más de la valiosa diversidad que se encuentra en los océanos del mundo", afirma el profesor Rogers, "dondequiera que miremos, ya sea en los arrecifes de coral de aguas tropicales iluminadas por el sol o los conductos de la Antártida envueltos en oscuridad eterna, nos encontramos con ecosistemas únicos que debemos entender y proteger".