MADRID 13 Oct. (EUROPA PRESS) -
G299.2-2.9 es un intrigante remanente de supernova encontrado a unos 16.000 años luz de distancia en nuestra galaxia. La evidencia señala que se trata de los restos de una supernova Tipo Ia, una enana blanca que ha crecido de forma suficientemente masiva como para causar una explosión termonuclear.
Debido a que es más vieja que la mayoría de los remanentes de supernova causados por esta clase de explosiones, ya que se produjo hace unos 4.500 años, G299.2-2.9 proporciona a los astrónomos una excelente oportunidad para estudiar cómo evolucionan estos objetos en el tiempo. También proporciona una prueba de la explosión de supernovas de Tipo Ia, que producen esta estructura.
Esta imagen compuesta del telescopio espacial Chandra muestra a G299.2-2.9 en luz de rayos X, junto con datos del satélite ROSAT (naranja), que sen ha superpuesto a una imagen infrarroja de la investigación 2MASS (Two Micron All-Sky Survey). La débil emisión de rayos X de la región interior revela cantidades relativamente grandes de hierro y silicio, como se esperaba de un remanente de una supernova de tipo Ia. La cáscara exterior de los restos es compleja, con una estructura en capas dobles. Por lo general, una cáscara externa compleja está asociada a una estrella que ha explotado en el espacio donde el gas y el polvo no están distribuidas uniformemente.
Como la mayoría de las teorías para explicar las supernovas de Tipo Ia asumen que se desenvuelven en un ambiente uniforme, los estudios detallados de esta complicada capa exterior debenh ayudar a los astrónomos a mejorar su comprensión de los entornos donde se producen estas explosiones. Es muy importante comprender los detalles de las explosiones de Tipo Ia, debido a que los astrónomos las utilizan como marcadores de distancia cósmica para medir la expansión acelerada del universo y estudiar la energía oscura. El descubrimiento de esta expansión se aceleró en la década de 1990 y ha llevado a la reciente concesión del Premio Nobel de Física 2011.