MADRID 15 Jul. (EUROPA PRESS) -
La mayoría de galaxias elípticas no son esféricas, sino que tienen forma de disco, parecidas a las galaxias espirales como la Vía Láctea, con gas y polvo removido, según sugieren nuevas observaciones.
Los resultados provienen de Atlas3D, una encuesta realizada sobre las 260 galaxias primarias ("elípticas" y "lenticulares") en un volumen bien definido del universo cercano. Atlas3D muestra una relación mucho más estrecha entre galaxias elípticas y espirales de lo que se pensaba. Los resultados son susceptibles de cambiar nuestras ideas de cómo se forman las galaxias y la astronomía, hasta el punto de ver los libros de texto reescritos.
Un informe de esta investigación del equipo internacional de Atlas3D, se publica en la próxima edición de Monthly News of the Royal Astronomical Society.
"Debido a que nos hemos apoyado en las imágenes ópticas, hasta ahora ha sido muy difícil separar los discos de las estrellas vistos de frente desde alrededor, bolas esféricas de estrellas que se ven de canto," explica la doctora Michele Cappellari, de la Universidad de Oxford, y codirecta de la investigación. "Pero debido a que las estrellas en un disco delgado giran mucho más rápido que las de un esferoide, con la obtención de mapas de los movimientos estelares de todas las galaxias elípticas en la muestra, hemos demostrado que, de éstas, el 66% son en forma de disco".
Los resultados sugieren que la idea de que las galaxias pueden ser claramente separadas en dos diferentes "familias" --las galaxias espirales y las elípticas-- y que refleja dos caminos distintos para la formación de galaxias, es inexacta.
"Según nuestra encuesta, sólo una pequeña fracción de las galaxias elípticas, los 'rotadores lentos', son esferoides genuinos. Revela un fuerte parecido familiar entre las galaxias elípticas y espirales, una vez que se puede ajustar para saber si las estamos viendo de frente o de lado", dijo la doctora Cappellari.
"Esta estrecha relación tendrá que ser considerada en cualquier modelo de futuro de cómo se forman las galaxias. Después de cuatro años de trabajo en el proyecto, tenemos la pieza final del rompecabezas que nos permite decir que los libros de texto utilizados para enseñar la astronomía desde hace más de 70 años deben ser revisados", afirma.
El equipo ha recopilado los mapas de los movimientos estelares a partir de 40 noches de observación con el espectrógrafo de campo integral SAURON en el telescopio de 4.2-metros William Herschel, en las Islas Canarias.