MADRID 30 May. (EUROPA PRESS) -
La misión de la NASA para estudiar la Luna desde la corteza al núcleo ha completado su misión principal antes de lo esperado. El equipo de GRAIL (Gravity Recovery and Interior Laboratory), la misión integrada por las sondas gemelas nombre Ebb (Pleamar) y Flow (Bajamar), se prepara ahora para extender suss operaciones científicas a partir del 30 de agosto y hasta el 3 de diciembre.
La misión del Santo Grial ha reunido detalles sin precedentes sobre la estructura interna y la evolución de la luna. Esta información aumentará nuestro conocimiento de cómo la Tierra y sus vecinos rocosos del sistema solar interior se convirtieron en los diversos mundos que vemos hoy.
Desde el 8 de marzo, las naves espaciales han operado durante todo el día durante 89 jornadas. Desde una órbita que pasa por encima de los polos lunares, se han recogido datos correspondientes a toda la superficie en tres ocasiones.
Un instrumento llamado Lunar Gravity Ranging System a bordo de cada nave espacial ha transmitido señales de radio que han permitido a los científicos traducir los datos en un mapa de alta resolución del campo gravitatorio de la luna. Las naves enviaron sus últimos datos previstos en la misión este martes.
Ambos instrumentos en sus naves estarán apagados hasta el 30 de agosto. La nave espacial tendrá que soportar un eclipse lunar el 4 de junio. El eclipse y los cambios bruscos de temperatura asociados estaban ya previstos y no afectarán a la operatividad futura de las naves.
El objetivo de la misión extendida es mirar más de cerca el campo gravitatorio de la luna. Para lograr esto, los planificadores de la misión GRAIL reducirán a la mitad su altura de funcionamiento actual volando a la altitud más baja que puede ser mantenida con seguridad.
"Orbitando a una altura promedio de 23 kilómetros durante la extensión de la misión, los gemelos GRAIL podrán despejar algunas de las características más elevadas de la superficie de la luna", dijo Joe Beerer, gerente de la misión.