MADRID 20 Sep. (EUROPA PRESS) -
Un equipo internacional de astronautas se sumergirá, el próximo 17 de octubre, en el Océano Atlántico para prepararse de cara a futuras misiones tripuladas a asteroides, en donde no hay ninguna gravedad. Además, se pondrán a prueba las nuevas creaciones de ingeniería que acompañarían a los tripulantes durante su expedición.
Según ha informado la NASA, el astronauta estadounidense Shannon Walker, quien ya estuvo en la Estación Espacial Internacional, será el encargado de liderar esta expedición, que ha recibido el nombre de Extreme Environment Mission Operations 15 (NEEMO 15), en la que estarán trece días bajo la superficie marina, en el Laboratorio Submarino Aquarius (Florida).
El equipo de NEEMO incluye al astronauta de la Japan Aerospace Exploration Agency (JAXA), Takuya Onishi y al astronauta canadiense David Saint-Jacques, integrantes de la clase 2009 de la NASA. La tripulación se completa con Steven Squyres, de la Universidad de Cornell; y James Talacek y Nate Bender, buzos profesionales de la Universidad de Carolina del Norte.
En este proyecto también participan los astronautas de la NASA Stan Love, Richard Arnold y Mike Gernhardt, quienes tomarán parte en caminatas espaciales desde el sumergible 'DeepWorker', un submarino pequeño utilizado como un símil de un vehículo de exploración espacial, que algún día será utilizado para explorar la superficie de un asteroide.
NEEMO 15 será la primera de las misiones subacuáticas que simularán la visita a un asteroide. "NEEMO 15 requerirá una compleja coreografía entre submarinos y buzos viviendo y trabajando en un entorno subacuático", ha explicado el director del proyecto NEEMO, Bill Tood.
NEEMO 15 investigará tres aspectos de una futura misión a un asteroide: la forma de anclarse a la superficie, cómo desplazarse y la mejor manera de recolectar información. A diferencia de la Luna o Marte, un asteroide tendría escasa o ninguna gravedad para sostener a astronautas o vehículos, por lo que los astronautas necesitarían un anclaje.
Precisamente, es este punto el que se evaluará en este proyecto, "las diferentes formas de anclaje y cómo conectar esos lugares de sujeción para establecer caminos de desplazamientos", han señalado desde la NASA. Así, los buzos y los ingenieros evaluarán diferentes estrategias para desplegar los instrumentos y desplazarlos a través de una superficie ingrávida.