MADRID 29 Dic. (EUROPA PRESS) -
Las naves gemelas enviadas por la NASA para estudiar el interior de la Luna están listas para su inserción en la órbita de nuestro satélite con el encendido de motores previsto para el cambio de año.
Se trata de la misión GRAIL (Gravity Recovery and Interior Laboratory), que auscultura la corteza y el núcleo lunar para discernir su estructura.
"Nuestro equipo no va a tener una celebración tradicional de Año Nuevo, pero espero ver a nuestras dos naves de forma segura en la órbita lunar, algo que nos da toda la emoción y el sentimiento de euforia que cualquiera necesiatría en un trabajo de esta clase", dijo David Lehman, director del proyecto de GRIAL en el Jet Propulsion Laboratory (JPL) en Pasadena, California.
La distancia desde la Tierra a la Luna es de aproximadamente 402.336 kilometros. A las misiones Apolo de la NASA les tomó cerca de tres días viajar a la Luna. Lanzadas desde Cabo Cañaveral el 10 de septiembre, las naves GRAIL (grial en castellano) han recorrido más de 4 millones de kilómetros en llegar.
Esta larga duración trayectoria ha dado a los planificadores de la misión y los controladores más tiempo para evaluar el estado de la nave. El camino también permitió que un componente vital entre los instrumentos de la nave --el Oscilador Ultra Estable--, pudiera ser alimentado continuamente durante varios meses. Esto le permitirá llegar a una temperatura de funcionamiento estable antes de que comience a hacer las mediciones científicas en la órbita lunar.
"Esta misión reescribirá los libros de texto sobre la evolución de la luna", dijo Maria Zuber, investigadora principal de GRAIL en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT). "Nuestros dos naves están funcionando tan bien durante el viaje que hemos realizado una prueba completa de nuestros instrumentos de ciencia y confirmado el rendimiento necesario para cumplir nuestros objetivos".
En su aproximación final de la luna, los orbitadores se mueven hacia ella desde el sur, volando casi sobre el polo sur lunar. Las inserciones en la órbita lunar estarán separadas por unas 25 horas.
Durante las siguientes semanas, el equipo de GRAIL ejecutará maniobras en cada nave para reducir su periodo orbital de 11,5 horas hasta poco menos de dos horas. Al inicio de la fase científica en marzo, ambas estarán cerca de los polos, con una órbita casi circular con una altitud de unos 55 kilómetros.
Cuando comience la recolección de datos, las naves se enviarán señales de radio entre sí para medir con precisión la distancia entre ambas. Mientras vuelan sobre las áreas de mayor y menor gravedad, causada tanto por las características visibles tales como las montañas y los cráteres como por las masas ocultas bajo la superficie lunar, se moverán ligeramente. Un instrumento a bordo de cada nave espacial medirá los cambios en su velocidad relativa con mucha precisión, y los científicos traducirán esta información en un mapa de alta resolución del campo gravitatorio de la Luna.
Esta información permitirá que los científicos de la misión entiendan lo que pasa debajo de la superficie. Esta información aumentará nuestros conocimientos de cómo la Tierra y sus vecinos rocoso en el interior del sistema solar se desarrollaron hasta convertirse en los diversos mundos que vemos hoy.