MADRID 19 Abr. (EUROPA PRESS) -
La erupción del volcán islandés que ha esparcido una enorme columna de cenizas en la atmósfera causando serias alteraciones del tráfico aéreo en Europa, probablemente se disipará en los próximos días, según un científico atmosférico de la Universidad de Colorado en Boulder.
El profesor Brian Toon, responsable del Departamento de Ciencias Oceánicas en Boulder, explica que la pluma creada por la erupción del volcán Eyjafjallajökull contiene pequeñas partículas de roca formada por minúsculos vidrios de silicato y basalto que pueden ser extremadamente perjudiciales para los motores de las aeronaves. Por desgracia, la pluma es de aproximadamente 12.000 metros de altura - la misma altitud que los aviones vuelan- y está directamente en la trayectoria de vuelo entre Nueva York y Europa, dijo.
El destino y la duración de la pluma volcánica depende principalmente de las condiciones climáticas, como la lluvia y los vientos, dijo Toon. La pluma debería diluirse arrastrada por la lluvia a medida que continúa su deriva hacia el este, y probablemente no tendrá ningún efecto en los Estados Unidos, dijo. Afortunadamente, la pluma también está por debajo de la estratosfera, donde los gases volcánicos pueden tener efectos a escala mundial, ya que, debido a la falta de lluvia, la desintegración del material volcánico tarda mucho más en producirse, dijo.
Toon dijo que la cantidad de dióxido de azufre arrojada por el volcán hasta el momento no representa una amenaza para el clima mundial, determinado por un instrumento a bordo del satélite Aura de la NASA. Sin embargo, destacó que una erupción más grande de un volcán de Islandia en 1783 - que fue descrita por Benjamin Franklin - causó algunos problemas climáticos en Europa por la mezcla de niebla y humo que bloqueó parcialmente el sol y su efecto persistió durante los meses de verano, informa la Universidad de Colorado.
IMÁGENES DE SATÉLITE
Entretanto, este fin de semana, el instrumento de Observación de la Tierra a bordo del satélite de observación Hyperion-1 de la NASA
obtuvo un par de reveladoras imágenes de la erupción. En la imagen de la izquierda, creada a partir de longitudes de onda visibles, los nuevos depósitos de ceniza negra son visibles sobre el terreno, así como las inmediaciones con hielo y nieve, y el penacho marrón, ondulante, que emana del volcán. El penacho de color oscuro refleja su gran contenido de cenizas. Estas partículas finas de roca pulverizada se instalan en la alta atmósfera, donde crean un peligro para la aviación y son transportados a largas distancias por los vientos predominantes, informa la NASA.
En cambio, la imagen infrarroja de la derecha, revela la intensa emisión térmica (por lo menos 60 megavatios) que emanan de la rejilla de ventilación en la base de la pluma. Esta emisión térmica, que equivale al consumo energético de 60.000 hogares, representa sólo una pequeña proporción del total de energía liberada por el volcán como lava fundida que interactúa violentamente con hielo y agua. Cada imagen cubre un área de 7,7 kilómetros de ancho, y tiene una resolución de 30 metros por píxel.