MADRID 16 Feb. (EUROPA PRESS) -
Científicos de la Universidad de California han observado la repetición del estallido de la estrella gigante e inestable 'Eta Carinae', que fue visto inicialmente en la Tierra hace 170 años. Concretamente, este acontecimiento (bautizado como 'la gran erupción') tuvo lugar desde 1837 hasta 1858, un tiempo en el la estrella se convirtió en la segunda más brillante en el cielo.
Según han explicado los expertos, este fenómeno de 'repetición' se debe a que parte de la luz generada por la explosión de la estrella tomó "un camino indirecto" al del planeta, tras rebotar en polvo estelar, y "acaba de llegar ahora". Se trata de un efecto conocido en el mundo de la astrofísica como "eco de luz" y es lo que provoca que, como en este caso, la luz llegue a la Tierra más de 150 años después de la luz que llega directamente.
Una de las autoras de este estudio, publicado en 'Nature', Federica Bianco, ha señalado que con esta repetición se puede obtener ahora una visión detallada de aquella erupción cósmica. Por su parte, el investigador Andy Howell ha apuntado que "por fin se ha podido resolver la incógnita acerca de las imágenes captadas por el telescopio Hubble en las que se pueden ver lóbulos gigantes de gas en expansión alrededor de 'Eta Carinae'". "Resulta que era una explosión", ha indicado.
Del mismo modo, Howell ha señalado que estas imágenes "demuestran que se puede volver atrás en el tiempo y ver cómo se resuelve uno de los grandes misterios de la astronomía gracias a una repetición instantánea cósmica".
Según los expertos, las observaciones proporcionan nuevos conocimientos sobre el comportamiento de las estrellas masivas al borde de la explosión. Así, han apuntado que las estrellas muy masivas son muy poco frecuentes y se sabe poco acerca de cómo pierden masa a medida que mueren.
'Eta Carinae' es una de las estrellas más grandes y brillantes de la Vía Láctea. Se encuentra a 8.000 años luz de la Tierra y su erupción fue la mayor jamás observado, que duró 20 años y que dio lugar a gigantes lóbulos de gas.
NUEVOS DATOS GRACIAS A LA ESPECTROSCOPIA
Para llevar a cabo esta observación, el equipo de científicos han utilizado por primera vez la espectroscopia, con el fin de analizar el eco de luz de la estrella a gran distancia. Gracias a este sistema, los astrónomos pueden capturar las "huellas digitales" de la estrella que proporcionan detalles acerca de su comportamiento, incluidas la temperatura y la velocidad a la que expulsado el material.
Esta repetición está dando a los astrónomos una mirada única de la explosión y que le ha permitido encontrar "algunas sorpresas", según ha detallado los científicos. "La estrella turbulenta no se comporta como otras estrellas de la su clase" ha apuntado Bianco, quien ha explicado que 'Eta Carinae' es miembro de una clase estelar llamada Variables Azules Luminosas (grandes estrellas, muy brillantes que son propensas a los estallidos periódicos).
Otro dato recogido con este hallazgo es que la temperatura de la región central de 'Eta Carinae' es de unos 4.700 grados centígrados, que es una temperatura mucho más fría que la que presentan otras estrellas en erupción. "Esta estrella realmente parece ser un bicho raro", Ha apuntado la autora.