MADRID 21 Nov. (EUROPA PRESS) -
Los investigadores de todo el mundo están buscando formas fiables de predecir los terremotos, centrados en la identificación de los precursores sísmicos que, si se detectan a tiempo, podría servir como alerta temprana.
Una nueva investigación, publicada esta semana en la revista Applied Physics Letters, sugiere que el gas de ozono emitido por las rocas en fractura podría servir como un indicador de terremotos inminentes. El ozono es un gas natural, un producto derivado de las descargas eléctricas en el aire procedente varias fuentes, tales como los relámpagos o, según la nueva investigación, de las rocas que se rompen bajo presión.
Los científicos del laboratorio de Raúl A. Baragiola, profesor de Ingeniería Física en la Universidad de Virginia han llevado a cabo experimentos para medir el ozono producido por aplastamiento o perforación en diferentes rocas ígneas y metamórficas, incluyendo el granito, basalto, gneis, riolita y cuarzo. Diferentes tipos de rocas producen diferentes cantidades de ozono, con la riolita como emisor más fuerte.
Algún tiempo antes de un terremoto, las presiones se dejan sentir en las fallas subterráneas. Estas presiones producen fracturas en las rocas de fractura, y es de suponer que hagan detectable al ozono.
Para distinguir si ese ozono procede de las rocas o de las reacciones en la atmósfera, los investigadores realizaron experimentos con oxígeno puro, nitrógeno, helio y dióxido de carbono. Encontraron que la emisión de ozono se produce por la fractura de las rocas sólo en condiciones que contienen átomos de oxígeno, tales como el dióxido de carbono del aire y las moléculas de oxígeno puro, lo que indica que se trataba de reacciones en el gas. Esto sugiere que las fracturas de la roca pueden ser detectadas mediante la medición del ozono.
Baragiola inició el estudio preguntándose si los animales son capaces de barruntar los terremotos porque sean sensibles a cambios en los niveles de ozono. Se le ocurrió que si las rocas en fractura expulsan ozono, los detectores de este gas podrían ser utilizados como dispositivos de advertencia de la misma manera que los cambios en el comportamiento de los animales.
"Si la investigación futura muestra una correlación positiva entre el ozono a nivel del suelo cerca de fallas geológicas y los terremotos, una matriz de detectores de ozono interconectados puede controlar los patrones anómalos cuando la fractura de la roca induzca la liberación de la capa de ozono de las grietas subterráneas hacia la superficie", dijo.