MADRID 3 May. (Reuters/EP) -
Las plantas están floreciendo más rápido de lo que los científicos predijeron en respuesta al cambio climático, de acuerdo con una investigación presentada en Estados Unidos, lo que podría tener efectos devastadores efectos sorpresa para las cadenas alimentarias y los ecosistemas.
El calentamiento global está teniendo un impacto significativo en cientos de especies de plantas y animales en todo el mundo, a través del cambio de algunos patrones de reproducción, migración y alimentación, dicen los científicos.
El aumento de la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera por la quema de combustibles fósiles puede afectar a cómo las plantas producen oxígeno, mientras que las altas temperaturas y los patrones de precipitaciones variables pueden cambiar su comportamiento.
"La predicción de la respuesta de las especies al cambio climático es un reto importante para la ecología", advierten investigadores de la Universidad de California en San Diego y otras instituciones de Estados Unidos.
Explicaron que la respuesta de las plantas que habían sido objeto de estudio al cambio climático podría afectar a las cadenas alimentarias y los servicios ecosistémicos como la polinización, los ciclos de nutrientes y suministro de agua.
El estudio, publicado en el sitio web de Nature, se basa en pruebas procedentes de estudios del ciclo de vida de plantas y experimentos en cuatro continentes y sobre 1.634 especies. Se encontró que algunos experimentos habían subestimado la velocidad de la floración en 8,5 veces y el crecimiento de las hojas 4 veces.
Las plantas son esenciales para la vida en la Tierra. Son la base de la cadena alimentaria, mediante la fotosíntesis para producir azúcar a partir del dióxido de carbono y agua. En contrapartida, expulsan el oxígeno que se necesitan casi todos los organismos que habitan en el planeta.
Los científicos calculan que la temperatura media mundial ha aumentado en unos 0,8 grados centígrados desde 1900, y casi 0,2 grados por década desde 1979.
Hasta ahora, los esfuerzos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero no se consideran suficientes para evitar que el calentamiento de la Tierra vaya más allá de 2 grados centígrados este siglo, un umbral de los científicos dicen que corre el riesgo de un clima inestable.