MADRID, 2 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Posidonia Oceánica, una planta amenazada y que es endémica del Mediterráneo, es la especie más longeva de la biosfera, según una investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Así, investigadores del CSIC han hallado en Formentera un clon de esta planta marina de 100.000 años de edad. Los resultados de la investigación, que han sido publicados en la drevista PLoS ONE, convierten a la especie en la más longeva de la biosfera.
Esto se debe a que la clave se encuentra en el crecimiento clonal, un proceso que la Posidonia comparte con el resto de las angiospermas (plantas superiores con flor) marinas. El proceso se basa en la contínua división de las regiones en las que se producen nuevas células (meristemos) y los tallos que crecen a un ritmo "extremadamente" lento (rizomas), aproximadamente un centímetro al año, y que conectan las nuevas plantas que se van creando.
Ahora los científicos han descubierto ahora que los rizomas ocupan lentamente el espacio hasta extenderse varios kilómetros produciendo millones de plantas a partir de un mismo clon.
Según el investigador del CSIC Carlos Duarte, estos rizomas son "leñosos, muy resistentes a la degradación y mantienen las conexiones con el mismo clon durante miles de años" y ha precisado que el proceso es lento porque los tallos tienen un centímetro de diámetro y las hojas pueden alcanzar hasta un metro de longitud. De acuerdo a la investigación, el genoma de Posidonia es "muy conservativo y resistente a las mutaciones".
Para llegar a estas conclusiones los investigadores tomaron muestras en una cincuentena de praderas de Posidonia del mar Mediterráneo, desde Chipre hasta Almería. Tras secuenciar las plantas observaron que muchos clones o genotipos estaban en praderas separadas por hasta 10 kilómetros de distancia.
De este modo, sugieren que la especie se caracteriza por "una gran plasticidad fenotípica", es decir, que los genotipos pueden adaptarse a la variación local de los recursos ajustando su modo de crecimiento. De este modo, en las regiones pobres en nutrientes, como el mar Mediterráneo, el crecimiento sea más lento, las raíces alcanzan más longitud y las hojas son las largas y delgadas para aumentar su eficiencia.
Los autores del estudio han empleado un modelo para simular el crecimiento clonal y comprobar si era posible que, a pesar de las mutaciones, hallaran el mismo clon. A este respecto, Duarte ha explicado que el modelo verificó que los muestreos eran compatibles con el crecimiento clonal de Posidonia, porque reproducía el mismo patrón de dominancia clonal.
Finalmente, Duarte destaca que este trabajo pone en evidencia que la edad de los organismos clonales, responsables de más de la mitad de la producción primaria de la biosfera, "se ha subestimado de forma sistemática en la literatura" e insta a seguir investigando en la prolongación de la vida asociada a la clonalidad y en sus posibles implicaciones ecológicas y evolutivas.