MADRID 28 Oct. (EUROPA PRESS) -
Los 520 días de aislamiento de la tripulación del expertimento Mars500 terminarán el 4 de noviembre, cuando la escotilla de su 'nave espacial' se abra por primera vez desde junio del año pasado. Los científicos esperan con impaciencia la prueba final mientras el equipo cuenta las horas que le queda para volver a la libertad.
Durante la misión simulada de 17 meses a Marte, los seis hombres llevaron a cabo un número de experimentos aparentemente innumerables. Se han monitorizado sus cerebros, escaneado su cuerpo, teniendo en cuenta todo tipo de muestras y mantenido su hábitat.
Los científicos ya están satisfechos con la calidad del material único que tienen y están ansiosos de trabajar con toda la nueva información.
Clarificar los resultados científicos lleva un tiempo, pero la cuestión principal ya tiene respuesta, o casi: "La respuesta es sí", dice Patrik Sundblad, especialista en ciencias de la vida humana en la ESA. "Sí, el equipo puede sobrevivir el aislamiento inevitable que supone una misión de ida y vuelta a Marte. Psicológicamente, lo podemos hacer".
"Ellos han tenido sus altibajos, pero éstos eran de esperar. De hecho, esperábamos muchos más problemas, pero el equipo lo ha estado haciendo bastante bien. Agosto fue el punto mental más bajo: era la fase más monótona de la misión, sus familiares y amigos estaban de vacaciones y no enviaban tantos mensajes, y también hubo poca variación en los alimentos."
La moral de la tripulación se levantó otra vez con el final inminente de la misión, retomando el flujo normal de los mensajes después del período de vacaciones y, sobre todo, en septiembre, con el retorno a comunicaciones en tiempo real después de ser sometidas a un retraso artificial para simular el efecto distancia.
MOTIVACIÓN ES LA CLAVE
"La alta fidelidad de la simulación ha sido un factor importante en el éxito de la experiencia", dice Patrik. "La simulación de una misión real ha sido muy importante para la tripulación. Saber que esta misión es una ayuda a hacer realidad una misión real a Marte ha hecho posible el desafío de un experimento de larga duración experimento para la tripulación".
Los astronautas reales que viajen a Marte se enfrentarán a otros problemas psicológicos. Estarán en constante peligro, ya que no se puede intervenir en caso de una emergencia. Viajar tan lejos de la Tierra puede crear una sensación de desapego, sumada a otros factores de estrés.