El sucesor del Hubble necesita otros 1.100 millones de euros

telescopio espacial James Webb
ESA
Actualizado: jueves, 11 noviembre 2010 15:13

WASHINGTON 11 Nov. (Reuters/EP) -

El James Webb, futuro buque insignia de los observatorios espaciales de los EE.UU., diseñado como un sucesor de gran alcance para el telescopio Hubble, necesita otros 1.500 millones de dólares (unos 1.100 millones de euros) para hacer posible una fecha de lanzamiento en el año 2015, según un panel de revisión encargado en el Senado de Estados Unidos.

De momento, unos 250 millones de dólares (en torno a 170 millones de euros) deben agregarse al proyecto en el presupuesto actual de la NASA, algo que el administrador asociado de la agencia espacial, Chris Scolese, cree improbable.

En el mejor de los casos, el panel de revisión del proyecto ha fijado el coste total del telescopio en 6.500 millones de dólares (unos 4.750 millones de euros), frente a una estimación de 5.000 millones de dólares hace sólo dos años. Este coste se ampliará aún más si la fecha de lanzamiento se desliza más allá de septiembre de 2015.

El informe, ordenado por la senadora Barbara Mikulski, determinó que los costes estimados por la NASA para desarrollar las tecnologías y crear el observatorio han sido defectuosos desde el principio.

"No estamos en la idea de los sobrecostes. No estamos contentos con que haya un sobrecoste. Esto es algo que tenemos que solucionar", dijo Scolese.

El panel de revisión determinó que el telescopio, una ventaja potencial para la astronomía, se encuentra sin embargo en buen estado técnico. "Todos hemos visto los resultados impresionantes que han salido del Hubble", dijo el astrónomo y miembro del panel de revisión Garth Illingworth, con la Universidad de Observatorios de California.

"El James Webb es una herramienta enormemente más potente que el Hubble, 100 veces más por lo menos. La ciencia sustenta gran parte de lo que estamos buscando que hacer en el futuro", dijo.

En un comunicado, el administrador de la NASA Charles Bolden, dijo: "Estoy decepcionado por no haber mantenido el nivel de control de costes que nos esforzamos por lograr, algo que el contribuyente estadounidense merece en todos nuestros proyectos"