MADRID 29 Nov. (EUROPA PRESS) -
El misterio de cómo fósiles en abundancia han perdurado en un maravilloso estado de conservación durante casi quinientos millones de años en una remota región de África ha sido resuelto por un equipo de geólogos de la Universidad de Leicester.
Se ha establecido que un viento caratacerístico dio vida a la región, y también jugó un papel decisivo en la preservación de los seres vivos después de muertos. Sarah Gabbott, Zalasiewicz Jan y sus colegas investigaron un sitio cerca de las montañas Table en Sudáfrica. Sus hallazgos se publican en el último número de la revista Geology.
Según Gabbott, "cerca de las montañas Table en Sudáfrica se encuentra una de los depósitos de roca más misteriosos del mundo. A pocos metros de espesor, y con una edad de casi 500 millones de años, contiene los restos petrificados de extrañas formas primarias de vida, con ojos, vísceras y músculos.
"Hemos investigado por qué estos animales están tan maravillosamente conservados, cuando la mayoría de los fósiles son sólo fragmentos de hueso y concha. La respuesta parece estar en un viento helado que sopla desde el oeste sobre un paisaje devastado por el hielo".
Gabbott y Zalasiewicz agregan que el análisis microscópico de las capas de pizarra con un petroscopio diseño especialmente revela notables y hasta ahora únicas estructuras, miríadas de granos de limo, cuidadosamente envueltas en restos de algas marinas.
Para los autores, estos "granos de sedimento son de procedencia extraña, mucho más grandes que los copos de lodo marino en el que están inmersos. Sólo podrían haber sido empujados por fuertes vientos glaciales en la superficie del mar de ese paisaje lejano, que llevaban los nutrientes en las aguas superficiales, alimentando la vida.