CARMONA (SEVILLA), 26 (EUROPA PRESS)
El 80 por ciento de los aceites vendidos en grandes superficies y etiquetados como virgen extra "no lo son", según el director gerente de Oleomorillo y divulgador en La Oleoescuela, Juan Antonio Morillo, que señala que los aceites que se venden en al consumidor a dos o tres euros bajo la calidad 'Virgen Extra' se corresponden a productos 'Virgen'.
Además, ha señalado que la crisis del sector ha producido que se devalúen los precios y el producto, vendiéndolo de seis euros a la mitad o inferior.
El experto en aceite, que participa en el seminario 'El arte de la cata del aceite de Oliva Virgen Extra. Usos y maridaje' de los cursos de verano de la Universidad Pablo de Olavide (UPO) en Carmona (Sevilla), ha asegurado que mezclar cosechas de distintos años o no seguir el proceso de recolección, tratamiento y limpieza que requiere la oliva para la calidad virgen extra produce "que se venda un producto que no se corresponde con lo que dice el etiquetado".
Asimismo, ha añadido que existen estudios que demuestran que el proceso de producir un Aceite de Oliva Virgen Extra, supone para el agricultor un coste superior a cuatro euros, tras lo cual "tiene que envasarlo, venderlo y que la superficie ponga su margen", por lo que advierte de que "barato es imposible venderlo bueno".
En una entrevista para Europa Press ha explicado que el problema está en la sociedad que "no sabe diferenciar entre un aceite Virgen Extra, que es un aceite sin defectos que huele bien y tiene aroma, con uno que tiene algunos defectos y un aroma más rancio y más avinagrado". Para distinguirlos propone fijarse en el olor, pues "el color no importa", ha enfatizado.
Respecto a la salud del consumidor, ha advertido de que la calidad de los aceites afecta en el bienestar y "un Virgen Extra favorece la salud". En este sentido, ha subrayado que reutilizar el aceite de girasol al freír "es cancerígeno", mientras que un de máxima calidad se puede usar "hasta 7 veces". El de semilla o girasol, "no" puntualiza, porque tiene "su punto de humo en torno a los 100 grados" y una vez sobrepasada esa temperatura es "malísimo". Sin embargo "un extra tiene su punto de humo entre 180-200 grados" pudiéndose emplear con seguridad más veces.