BUCAREST, 11 Feb. (Reuters/EP) -
El primer ministro rumano, Victor Ponta, ha asegurado este lunes que en su país no se ha producido ningún fraude de etiquetado de carne de caballo como carne de ternera después de que la empresas francesa Comigel apuntara a un matadero de Rumanía como origen de las partidas de carne equina comercializada en productos congelados como carne de ternera.
En Francia y Reino Unido la marca Findus ha retirado lasaña y otros productos congelados tras detectarse este fraude en el etiquetado y las autoridades de ambos países han anunciado investigaciones para sancionar a los responsables.
"Según todos los datos con los que contamos hasta el momento no se desprende que haya habido ninguna violación de la normativa europea por parte de empresas de Rumanía o asentadas en territorio rumano", ha afirmado Ponta en rueda de prensa. "Estoy muy enfadado, si les soy sincero", ha apostillado.
"Está muy claro que la empresa francesa no ha tenido ningún contacto directo con la empresa rumana y (...) aún está por demostrarse dónde se cometió el fraude y quién es el responsable", ha añadido.
Rumanía exporta entre carne de caballo por valor de entre 10 y 12 millones de euros al año, según el diario económico rumano 'Ziarul Financiar', que cita datos del Ministerio de Agricultura. Según esta publicación, las autoridades están investigando ya dos mataderos por su posible implicación.
Una investigación preliminar francesa ha revelado que la carne de caballo llegó a la fábrica de Comigel en Luxemburgo tras ser suministrada por una empresa francesa y que también están implicados comerciantes chipriotas y holandeses. El origen parece ser un matadero rumano.
Comer carne de caballo está considerado como tabú en Reino Unido, pero sí era habitual en Francia, aunque en ahora no sea una práctica muy extendida.