Casi un tercio de los egresados considera que está sobrecualificado
MADRID, 28 (EUROPA PRESS)
Uno de cada cuatro titulados de máster (el 26,8 por ciento) declara percibir un sueldo que no sobrepasa los 1.000 euros mensuales, dos años después de terminar estos estudios de postgrado en la Universidad. De ellos, un 8,8% cobra menos de 600 euros.
Estos son algunos datos del 'Barómetro de empleabilidad y empleo universitarios. Edición máster 2017', realizado por el Observatorio de Empleabilidad y Empleo Universitarios, un proyecto de Fundación Bancaria "la Caixa", CRUE Universidades Españolas y la Cátedra UNESCO de Gestión y Política Universitaria de la Politécnica de Madrid, presentado este miércoles 28 de febrero.
El estudio analiza la empleabilidad de los titulados de máster del curso 2013-2014, basándose en una encuesta a 6.738 personas de 50 universidades españolas --públicas, privadas, presenciales y a distancia--, que representan a los 47.182 egresados de esa cohorte.
El barómetro señala que del total de titulados de máster, existe un 18,4 por ciento que cobra al mes entre 1.200 y 1.600 euros; un 18,4, entre 1.600 y 2.100; un 13,1% entre 2.100 y 3.000, y un cuatro por ciento hasta 4.000 euros. Estos datos coinciden con que los salarios y la estabilidad son los aspectos peor valorados del último empleo para los egresados encuestados.
"Este dato de que casi el 27% de los que han hecho estudios de máster cobra menos de mil euros, está en sintonía con la situación general del país y de la sociedad española. No es chocante si se mira la evolución salarial o la tasa de desempleo", ha afirmado el director del Observatorio de Empleo y Empleabilidad Universitarios, Francisco Michavila.
Sobre este asunto también ha opinado el presidente de la CRUE, Roberto Fernández, que ha afirmado que la Universidad tiene "responsabilidad" sobre la empleabilidad de los estudiantes, "pero no toda".
En este sentido, ha subrayado que si bien el sistema universitario tiene que ocuparse de que sus alumnos tengan salidas profesionales, aumentando los másteres, modificando los grados o creando más 'spin off' (para generar trabajo), también ha advertido de que se necesitan reformas económicas, estructurales, de empleo y sociales.
"A la universidad se les exige mucho, que seamos el 'fórmula uno', pero se nos da presupuesto para un utilitario", ha defendido el presidente de los rectores, que ha señalado que para cumplir con su misión de mejorar la empleabilidad, "es importante que se la dote financieramente, al menos, como en el resto de los países europeos".
El Barómetro analiza también el ajuste entre el nivel formativo y el empleo desde diferentes perspectivas: la relación entre los contenidos concretos de los estudios realizados y las funciones desempeñadas; la autopercepción de la sobrecualificación y la infracualificación; la sobrecualificación evaluada mediante el tipo de puesto de trabajo, y la sobrecualificación evaluada por medio del nivel de estudios, entendida como desajuste de capital humano.
Así, aunque la mayoría de la muestra considera que su nivel de cualificación era el adecuado en el último empleo (más del 65%), existe, sin embargo, un 30,8% del total que considera que estaba sobrecualificado para el empleo que desempeña, una cifra que, para los autores del informe es "muy elevada". Por ramas de conocimiento, en Artes y Humanidades se presenta una mayor sobrecualificación.
EL 19% TRABAJA EN ALGO QUE NO ESTÁ RELACIONADO CON EL MASTER
Sobre la relación entre los estudios de master cursados y el último empleo, el 65,34% considera que si está relacionado --el 41% "totalmente" y el 24% "muy relacionado"--, mientras un 19% asegura que su último trabajo no tiene ninguna relación con el postgrado estudia.
Preguntados los titulados por los métodos utilizados en la búsqueda de trabajo, los contactos personales se sitúa en primer lugar (50%) y es considerado por los titulados como el más efectivo. También destacan los portales de empleo (38%), la auto presentación y el contacto directo en las empresas (26,9%).
Además, si se tiene en cuenta la tasa de efectividad, es decir, la proporción de titulados que señalan que el método ha sido efectivo para obtener el empleo, dividido por la proporción que indica que ha utilizado este método, los contactos personales son el método con la tasa más alta, pero el tercero más utilizado; la auto presentación ocupa el tercer puesto en cuanto a tasa de efectividad; y los portales de empleo, que es el más utilizado, se sitúa en el octavo lugar según la tasa de efectividad.
En esta encuesta se preguntó a los egresados si repetirían esta formación. El 90,58%, volvería a realizar un máster; el 60,63 realizaría exactamente el mismo máster en la misma universidad; un 10,02% haría el mismo máster pero en otro centro; el 13,77% haría otro máster en la misma universidad, y un 15,58% realizaría otro máster en otra universidad.
UN 11% CON CONTRATO DE PRÁCTICAS, DOS AÑOS DESPUÉS
A uno de cada tres, el master les ha llevado a conseguir un empleo; a un 18,8% a mejorar las condiciones del puesto, y a un 5% le ha permitido mantener el empleo que ya tenía. Entre los que consiguieron un nuevo trabajo, más de la mitad lo obtiene antes de los seis meses tras finalizar el máster y el 26,7% antes de los tres primeros meses. Sin embargo, existe un 6,7% que no ha trabajado tras el master.
Casi la mitad de los encuestados (49,5%) nunca ha estado en situación de desempleo después de estudiar el master. El 42,4% tiene un contrato indefinido, el 39,1% un contrato temporal y el 11,4% se encuentra realizando una beca, prácticas o tiene un contrato de formación.
El documento analiza el nivel de competencias requerido en el último empleo, el nivel que poseen los titulados de máster en el momento de la encuesta y la contribución del máster en su adquisición. La capacidad para la resolución de problemas, la adaptabilidad a nuevas situaciones y la capacidad para gestionar la presión son las tres competencias que, a juicio de los encuestados, son las más requeridas en un empleo.
En el lado opuesto se sitúa la comunicación oral y escrita en otros idiomas, la capacidad de trabajo en contexto internacional y el dominio de las competencias específicas del máster, que además son las tres competencias en las que el nivel que poseen los egresados es menor.