MADRID 9 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Asociación de Bioética de la Comunidad de Madrid (ABIMAD) afirmó hoy que implantar la educación sexual a nivel escolar, como contempla la Ley de Salud Sexual y Reproductiva de la Interrupción Voluntaria del Embarazo que prepara el Gobierno, va en contra de la libertad de elección del ciudadano y, por tanto, reivindica que ésta se produzca de forma voluntaria y con el consentimiento paterno al tratarse de menores de edad.
El presidente de la asociación y experto en Medicina Sexual, José Jara, afirmó que "no puede imponerse obligatoriamente", ya que "constituye un abuso de autoridad". Asimismo, explicó que "los menores no son, ni mucho menos, las personas idóneas para experimentar" este tipo de iniciativas, mientras que recomendó que esta información sea suministrada a los adultos y padres de modo que sean ellos los que administren estos conocimientos a sus hijos.
Por otra parte, recordó que más de 40 estudios internacionales muestran que, iniciativas como la que pretende implantar el Ministerio de Sanidad y Política Social, "no es que estén contraindicadas sino que no están indicadas". Además, observó que este tipo de intervenciones en países como Estados Unidos, Canadá o Reino Unido no han conseguido reducir la tasas de embarazos y abortos.
"Por tanto, la evidencia científica no recomienda este tipo de intervención con carácter universal, y demuestra que estas estrategias de prevención no parecen estar funcionando", indicó Jara.
En el mismo sentido, la secretaria general de la Federación de Padres España Educa en Libertad, Inmaculada López, lamentó la "intromisión" del Estado en el ámbito educativo y afirmó que esta iniciativa se engloba dentro de su "proyecto de manipulación ideológica y de ingeniería social". Y, recordó que, al tratarse de menores, el Gobierno "está suplantando a los padres en su papel educador".
"Los padres no estamos dispuestos a sumir una política de hechos consumados que nos obligue a aceptar lo inaceptable simplemente porque hay una ley que lo diga", indicó. Además, mostró su desacuerdo a que cualquier información que sea suministrada a sus hijos por una persona ajena al centro escolar, a los padres y a los profesores, y lamentó que, "una vez más, los padres queden fuera de cuestiones trascendentales para el desarrollo de los hijos y que inciden en el ámbito de la moral".
Por tanto, afirmó que "el Estado no puede imponer una visión particular de la afectividad y de la sexualidad de los hijos", ya que "se entromete en la intimidad de los alumnos, puesto que el ejercicio de la sexualidad pertenece al ámbito personal y afecta a los valores y convicciones, y, por tanto, la libertad ideológica y de conciencia".
Finalmente, recordó que desde la federación no se va a permitir que el Estado "suplante" su responsabilidad como padres y su libertad a decidir la información que reciben sus hijos, con lo que recurrirán cualquier decisión que vaya en contra de su responsabilidad como padres.
Por otra parte, desde la ABIMAD advierten de que información sobre masturbación o comportamientos sexuales específicos pueden ser contraproducentes a edades muy tempranas en los que el interés sexual aún no se ha manifestados en un amplio grupo poblacional. Además, señalan que "puede desajustar el desarrollo psicoafectivo de la infancia estimulando de modo precoz una curiosidad disarmónica con el desarrollo emocional".