MADRID, 8 May. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, ha asegurado que el castellano no se impondrá en las aulas catalanas, sino que la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) garantizará su enseñanza para aquellos padres que así lo soliciten.
Wert ha respondido así al coordinador en las Cortes Generales del PSC, Francesc Vallès, durante la sesión de control al Gobierno, preguntado sobre si sigue pensando lo mismo sobre la enseñanza en castellano en la comunidad autónoma, después de tener conocimiento sobre el dictamen del Consejo de Estado.
A juicio de Vallès, el Consejo de Estado "por fin le ha parado los pies" al ministro, a pesar de que el PSOE dijera "hace tiempo" que era "un error".
"Lo grave no es esto, sino que a usted se le ha ocurrido semejante barbaridad y lo haya metido en un proyecto de ley y pretenda cargarse la convivencia lingüística en Cataluña haciendo oídos sordos", ha criticado el socialista catalán, para después pedir que si no retira el anteproyecto de la LOMCE, dimita.
Con ello, Wert ha defendido que el dictamen del Consejo de Estado no ha propiciado "un varapalo" al Gobierno sobre esta cuestión, aunque sí ha reconocido que en el informe "hay una reserva" sobre un "aspecto de carácter procedimental" en cuanto a la utilización de las lenguas cooficiales.
Eso sí, ha subrayado que en esas mismas observaciones se reconoce "con meridiana claridad" que es "preciso que la ley garantice el derecho a que el castellano tenga también la posibilidad de ser utilizado como lengua vehicular cuando sea solicitado".
Así, Vallès le ha avisado de que "se está quedando solo" y, hasta su propio hermano, el profesor de Historia del Arte Juan Pablo Wert se ha manifestado contra los recortes emprendidos por Educación.
"No tiene ni idea de cómo se gestiona la educación en el país y sus ocurrencias sirven para distraer a los ciudadanos para que no se den cuenta de su ineficacia. Eso le hace más irresponsable si cabe", ha alertado el socialista catalán, al mismo tiempo que ha pedido al ministro que deje "tranquila" a la escuela pública y a las aulas catalanas.