El accidente de Fukushima aumentó cien veces el estroncio radiactivo

Extracción de muestras de agua en Japón para analizar el efecto de Fukushima
UAB - NÚRIA CASACUBERTA
Actualizado: martes, 11 junio 2013 16:21

Las concentraciones más elevadas se encontraron a 130 kilómetros de la costa

BARCELONA, 11 Jun. (EUROPA PRESS) -

El accidente de marzo de 2011 en la central nuclear de Fukushima hizo aumentar casi cien veces por encima de los niveles previos la presencia de estroncio radiactivo en la costa este de Japón, según un estudio realizado por investigadores del Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales (Icta) y de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB).

Según los datos recogidos sobre el terreno, la presencia del estroncio 90 de fondo era de 1,2 becquerelios por metro cúbico antes del tsunami que provocó el colapso de la nuclear, mientras que las concentraciones posteriores alcanzaron los 85 becquerelios, ha informado este martes la UAB en un comunicado.

Asimismo, la presencia del estroncio 89, que tiene un periodo de semidesintegración de 50 días, llegó a alcanzar los 265 becquerelios por metro cúbico, lo que los científicos consideran una "prueba evidente" de que en los tres meses posteriores al accidente se vertieron al Oceáno Pacífico entre 90 y 900 terabecquerelios de estroncio 90.

Los científicos comprobaron que las concentraciones más elevadas de este elemento se encontraron a 130 kilómetros de la costa, al norte de la corriente de Kuroshio, una barrera natural que impidió que el material radiactivo se transportara hacia latitudes más bajas.

En términos globales, el vertido entre marzo y junio de 2011 supuso un incremento de radioisótopos en los océanos de menos de un 1%, reconocen los investigadores, aunque también apuntan que el impacto en la zona de estudio fue "muy evidente" y demuestra la necesidad de continuar analizando el sector para evaluar posibles consecuencias en la fauna y la flora costeras.

"Después de junio de 2011 se han producido otros vertidos importantes de estroncio procedentes de Fukushima que no se han determinado con precisión", ha indicado el investigador del Icta y coordinador del trabajo, Pere Masqué.

Los científicos consideran que tras el accidente sí se realizaron seguimientos exhaustivos de la presencia en el medio marino de yodo y cesio, pero no de estroncio, por lo que destacan que su investigación suple una carencia que existía hasta la fecha.

El trabajo "sirve como punto de partida para otros estudios en marcha actualmente", ya que la presencia de radioisótopos se mantendrá durante décadas y ello permitirá que se utilicen como herramienta para trazar la dinámica de las corrientes marinas del Pacífico Norte.