MADRID 28 Mar. (EUROPA PRESS) -
El ex ministro de Trabajo y presidente de la Fundación IDEAS, Jesús Caldera, ha advertido de que sería "un suicidio en términos económicos" no hacer el cambio a las energías renovables, ya que según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), se están agotando los recursos de petróleo, carbón y gas.
En una entrevista a Telecinco recogida por Europa Press, Caldera ha señalado que la energía nuclear "tiene riesgos inmensos". En concreto, se ha referido al "riesgo de seguridad que se está viendo ahora, lamentablemente, en Japón"; al "riesgo de proliferación", que refleja en el ejemplo iraní y los problemas que está creando a la comunidad internacional; y al problema de la gestión de los residuos.
En este sentido, ha criticado que "quienes manejan la energía nuclear, que tienen grandes beneficios con ella, han inducido a creer que es una energía barata, pero no es así y en Japón se va a ver". Así, ha explicado que "el coste del seguro de responsabilidad civil lo asumen los estados, no la compañías, mientras que el pago del mantenimiento de los residuos durante miles de años lo asumen todos los ciudadanos en sus recibos, por lo que, al final, resulta mucho más caro".
Según explica en su libro 'Un tiempo para la Igualdad', que, tal y como aclara, está escrito y publicado antes del desastre de Fukushima, "antes no había alternativa a la energía núclear". Sin embargo, explica que "ahora las renovables no son caras" y que "serán infinitamente más baratas en el futuro". Además, indica que ésta "es un yacimiento de empleo para el país" y recuerda que "España, por primera vez en la historia, exporta tecnología eólica y solar".
Al ser preguntado por la posición del Gobierno en esta materia, Caldera ha apuntado que "lo tiene claro en términos globales", aunque reconoce que "a veces la crisis afecta".
"Si se escucha lo que dice la oposición parecería que España destruye empleo por los cuatro costados, pero hay sectores de actividad económica en los que se sigue incrementando: las energías renovables, los servicios sociales, las eco industrias o la investigación y el desarrollo. Esto es por lo que hay que apostar", ha apostillado.
LEY DE DEPENDENCIA
Por último, se ha referido a la Ley de Dependencia como uno de los grandes logros de este Gobierno y niega que haya fracasado, ya que "hasta ahora esa ley ha atendido ya a más de 600.000 personas y ha generado más de 200.000 empleos". Además, recuerda que "el plazo de aplicación eran siete años, hasta el 2014".
En cualquier caso, ha afirmado que "es lógico que en tiempos de crisis pueda haber alguna duda". Sin embargo, concluye que "sería un gravísimo error que las administraciones, el Estado y las comunidades autónomas no apuesten por ella porque ahí hay, de aquí a los próximos diez años, otro medio millón de empleos posibles y, por lo tanto, no supone un gasto sino una inversión".