MADRID, 11 Mar. (EUROPA PRESS) -
La legislación europea prohíbe, desde este lunes, la utilización e importación de ingredientes probados en animales para el uso cosmético, una prohibición que se ha ido aplicando de forma progresiva desde 2009 y cuyo último plazo expira a partir del 11 de marzo. Con ello, la industria cosmética advierte de que los posibles impactos en la innovación en Europa, ya que otros países podrían seguir experimentando ingredientes en animales.
Así, según ha explicado a Europa Press, el portavoz de la Asociación Nacional de Defensa de los Animales (ANDA), Alberto Díez, señala que con esta legislación se pretende limitar la experimentación animal para fines cosméticos, porque el fin no justifica su uso, al dedicarse a la estética y no a la salud.
En este contexto, pese a que ANDA aplaude la prohibición, pero subraya que estos ingredientes no podrán entrar a la Unión Europea para "fines cosméticos", pero sí con fines terapéuticos, por lo que advierte de que podrían seguir importándose bajo otra nomenclatura.
"¿Qué hacer si entra un ingrediente para otros fines probado en animales en Europa y acaba siendo empleado por la industria cosmética?", se pregunta Díez, que lamenta que esta prohibición "no queda garantizada, por lo que la Directiva Europea podría quedar "vacía de contenido".
En este contexto, ha explicado que hasta ahora las pruebas en estos ingredientes se practicaban en animales en tres casos para los que no hay alternativa, como son la toxicidad para la función reproductora; la toxicidad por administración repetida y la toxicocinética. Estos procedimientos son necesarios para garantizar que el cosmético no es nocivo para el ser humano y, para estos exámenes no hay alternativa a las pruebas en animales. "Ahora, si no se pueden usar estos ingredientes, no se utilizarán", ha agregado.
Por otro lado, Díez admite que varios estados miembro de la Unión Europea están "preocupados" porque a la hora de ponerlo en práctica es cuando se está viendo al dificultad de su aplicación y la casuística completa.
RIESGO PARA LA UE DE PERDER EL LIDERAZGO
A este respecto, la directora general de la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética (Stanpa) y vicepresidenta de Cosmetics Europe, María del Val Díez, ha explicado a Europa Press que el hecho de que no existan métodos alternativos para algunas pruebas significará que en Europa "no se podrán desarrollar nuevos ingredientes, con el consiguiente impacto en la innovación".
Concretamente, ha precisado que desde 2009 no se han ensayado con animales nuevos ingredientes para uso cosmético para las baterías de seguridad generales y únicamente para las cuestiones más complejas relacionadas con la reprotoxicidad, mutagenicidad y carcinogenicidad, en las que la ciencia no tiene aún respuesta alternativa, el plazo contemplaba hasta el 11 de marzo de 2013.
Por este motivo, ha asegurado que las empresas en Europa cumplirán la normativa y utilizarán todo el conocimiento científico para desarrollar nuevos productos con ingredientes ya disponibles. Sin embargo, ha advertido de que en otras regiones del mundo, la investigación, tal y como se conoce actualmente continuará. "La innovacion no se parará en la industria, por lo que en algunos casos habrá fuera de la Unión Europea productos innovadores con ingredientes nuevos que no puedan entrar aquí. (...) No podemos engañarnos", ha manifestado.
Asimismo, ha agregado que según datos de la Comisión Europea, el número de animales de experimentación usados en ingredientes de cosmética representó menos del 0,0125 por ciento en 2008 pero "los defensores del bienestar animal han tomado a este sector como el emblema de su lucha".
En todo caso, ha defendido que la industria cosmética europea en su conjunto es desde hace décadas el "mayor promotor de la investigación en ensayos alternativos" y que, actualmente se sitúa a la vanguardia en el estudio de nuevos métodos homologados, efectivos e innovadores de investigación. "Métodos que posteriormente se han ofrecido a la comunidad científica de forma gratuita y son ahora utilizados para otros sectores industriales", ha subrayado.
Del Val asegura que los consumidores pueden "tener la tranquilidad de que todos los ingredientes que estén en un producto cosmético han completado la batería de pruebas de seguridad necesarias y exigidas por las autoridades sanitarias europeas".
Por ello, ha agregado que la industria está realizando industrias "millonarias" en esta materia y que sigue "comprometida con el desarrollo de métodos alternativos".
"Esperemos que la ciencia encuentre respuesta en los próximos años a las pruebas de mayor complejidad para las que no tenemos alternativa hoy, aunque para finalizar el desarrollo de algunas pruebas, se estima que serán necesarios, al menos 10 años", ha admitido, aunque la industria "cumplirá con la norma y dará respuesta a cualquier requerimiento por parte de los reguladores".
De este modo, ha añadido que hay cuestiones para las que la ciencia no tiene aún una respuesta y que habrá que seguir colaborando para que la prohibición "no implique pérdida de innovación, conocimiento científico y protección de la salud, ni una deslocalización de la investigación fuera de Europa que, hasta la fecha, ha sido líder mundial en desarrollo de productos destinados a un mejor cuidado personal".
Finalmente, ha apuntado que la industria cosmética en España genera más de 35.000 puestos de trabajo y es una "potencia en exportación", con un volumen de 2.450 millones de euros en 2012, similar al de sectores como el calzado, el vino o el aceite.