Investigan la muerte de dos quebrantahuesos envenenados en Jaén

Ejemplares de quebrantahuesos
JUNTADEANDALUCIA/ARCHIVO/EUROPAPRESS
Actualizado: jueves, 26 mayo 2011 19:29

JAÉN 26 May. (EUROPA PRESS) -

Agentes de la autoridad ambiental, en colaboración estrecha con los técnicos especialistas de la Junta de Andalucía, han iniciado tareas de investigación tras confirmarse la muerte de dos quebrantahuesos hace dos semanas. Los agentes mantienen las pesquisas después de que los resultados de los estudios realizados en el Centro de Análisis y Diagnóstico de la Junta de Andalucía confirmaran el envenenamiento como causa de la muerte de las aves. Tras recoger y analizar indicios y pruebas encontrados, Medio Ambiente ha decidido continuar la investigación judicial.

Miembros del Servicio de Protección de la Naturaleza de Granada y Jaén, agentes de Medio Ambiente, representantes de la Fundación Gypaetus y de la Estrategia de lucha contra el uso ilegal de cebos envenados y responsables de las delegaciones de ambas provincias y de los Servicios Centrales de la Consejería de Medio Ambiente han mantenido un encuentro en el que han determinado el refuerzo de las actuaciones de lucha contra el veneno que ya se están llevando a cabo en la zona, según ha informado en un comunicado la Junta.

Entre las medidas adoptadas, se encuentran un incremento de la vigilancia y las inspecciones de los equipos caninos, así como el refuerzo de la investigación policial. Además, seguirán desarrollándose campañas de comunicación y sensibilización dirigidas tanto a los colectivos más directamente relacionados con la fauna silvestre, básicamente ganaderos y cazadores, como con los más jóvenes, los niños y niñas de los municipios de Sierra de Castril y Sierra de Cazorla, "herederos y futuros gestores del legado natural al que tanto perjudica el uso de venenos".

Actualmente el uso de cebos envenenados está expresamente prohibido tanto por normativa comunitaria como estatal y autonómica y, además, está tipificado como delito en el Código Penal. La Junta de Andalucía puso en marcha en 2004 la Estrategia para la Erradicación del uso ilegal de cebos envenenados en Andalucía, estrechamente coordinada con los programas de conservación, recuperación y reintroducción de varias especies amenazadas, especialmente las que potencialmente podrían verse más afectadas por esta práctica ilegal: las aves necrófagas. Las rapaces carroñeras son especialmente sensibles debido a que conforman el último eslabón de la cadena trófica.

Desde el año 2009 hasta hoy han muerto al menos 13 aves protegidas entre buitres negros, alimoches, milanos reales y quebrantahuesos, envenenados por organofosforados y carbamatos fundamentalmente, es decir, pesticidas y plaguicidas altamente tóxicos, incluso para el ser humano. La falta de selectividad del veneno es tal que los ejemplares de mamífero carnívoro como zorro, garduña, jineta o meloncillo constituyen escasamente el quince por ciento de los animales muertos por envenenamiento, lo que evidencia su ineficacia para el control de depredadores, siendo el 40 por ciento de los animales muertos mascotas como los gatos y perros domésticos.

Los dos ejemplares muertos de quebrantahuesos, un macho y una hembra, habían sido liberados en territorio jiennense, en el marco del Programa de Reintroducción del Quebrantahuesos de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía. El macho, llamado Pontones, nació en el Centro de Valcallent (Lleida) en el año 2007 y fue liberado ese año en la Sierra de Segura. Sus viajes exploratorios le habían llevado hasta la Cordillera Cantábrica y era uno de los ejemplares de mayor edad de los liberados en Andalucía. Cata era la hembra, nacida en 2009 en el Richard Faust Zentrum de Viena (Austria) y desde ese año volaba libre en el Parque Natural Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, emprendiendo en 2010 su primer viaje de larga distancia.