MADRID, 20 Oct. (EUROPA PRESS) -
Grupos de cazadores ilegales han matado en Zimbabue a más 300 elefantes en los últimos tres meses envenenando a los paquidermos con dosis letales de cianuro que también han causado la muerte a numerosos animales que se alimentaron de sus cadáveres, según informa el diario británico 'The Telegraph'.
Esta matanza, la más numerosa de los últimos 25 años en África, ha tenido lugar en el parque nacional de Hwange, el más grande de todo Zimbabue, donde viven la mitad de los más de 80.000 elefantes que habitan en el país africano.
Las imágenes obtenidas por el 'Telegraph' revelan amplias zonas del parque repletas de manadas de elefantes fallecidos, así como de los animales que ingirieron los restos de cianuro acumulados en los cadáveres.
El uso del cianuro a esta escala preocupa seriamente a las organizaciones para la protección de los animales. Es una tendencia devastadora para todo el ecosistema y relativamente nueva. Las autoridades de Zimbabue solo cifran los animales fallecidos en 90 pero cazadores legales han podido contar más de 300 durante sus vuelos sobre el parque.
"En un primer momento creímos que habían sido abatidos. Había demasiados cadáveres como para que hubieran fallecido de sed o hambre", explicó un cazador bajo el anonimato por miedo a represalias.
Los furtivos echan el cianuro en depósitos de sal y pequeños charcos del sureste del parque, donde acuden los animales a beber en masa durante la estación seca. Los elefantes suelen morir prácticamente en el acto, y el veneno que conservan termina matando leones, hienas y buitres, por no mencionar a búfalos o antílopes que se refrescan en las reservas de agua.
Las autoridades zimbabuenses sospechan que los responsables son residentes locales que venden los colmillos de los paquidermos en la frontera o en Sudáfrica.
De momento, las investigaciones sobre la matanza se han saldado con 14 detenidos desde que se tuvo constancia de los primeros casos de envenenamiento. Varios de los arrestados ya han sido condenados a 16 años de cárcel y a pagar una cuantiosa multa.