BARCELONA 6 Ago. (EUROPA PRESS) -
El número de aves rapaces en Cataluña ha alcanzado su mejor registro de los últimos 30 años, con crecimientos generalizados de todas las especies, a excepción del águila perdicera, que ha pasado de las 90 parejas a las 70, según los datos de los censos entre 2005 y 2010.
El censo, elaborado por técnicos de la Dirección General de Medio Natural de la Consejería de Medio Ambiente, atestigua que los esfuerzos conservacionistas para aumentar las poblaciones de algunas especies han dado resultados que permiten albergar cierto "optimismo" sobre su conservación futura.
A pesar de ello, Medio Ambiente reconoce el "preocupante" descenso de las parejas de águila perdicera, por lo que ha anunciado un plan concreto de conservación de la especie, que se incorporará próximamente a la lista de especies en peligro de extinción del nuevo Catálogo de especies amenazadas de Cataluña.
La mortalidad de la perdicera adulta oscila en torno al 10% y el 15%, "muy superior" a la esperada en poblaciones sanas --situada alrededor del 5% anual--, y entre las principales causas destacan los accidentes en líneas eléctricas, la persecución y el deterioro del hábitat.
Entre los éxitos destaca que el cernícalo primilla, que fue reintroducido después de su extinción, alcanza ahora mas de un centenar de parejas, mientras que una pareja de buitre negro --también extinto en el siglo XIX--, ha criado este año su primer polluelo.
La población de buitre común se ha multiplicado por 23,2 --hasta el millar de parejas--, mientras que la población de águila calzada se multiplicó por 50 --hasta las 100 parejas-- y por 44 el aguilucho cenizo --88 parejas--.
El águila culebrera ha alcanzado las 400 parejas, frente a las 290 de halcón peregrino, el centenar de águila real, las 60 de alimoche y aguilucho lagunero, las 40 de quebrantahuesos y la quincena de elanio azul.