MADRID, 13 Mar. (EDIZIONES) -
El 9 de mayo de 2014, las aguas del puerto de Baltimore (Estados Unidos) vivieron el primer 'paseo' del Inner Harbor Water Wheel, un barco de rueda de paletas que funciona por energía solar y que ha conseguido limpiar más de 542 toneladas de basura en sus dos primeros años y medio de funcionamiento.
UNA COMBINACIÓN DE NUEVA Y ANTIGUA TECNOLOGÍA
Situado en la desembocadura del río Jones Falls, el barco se propulsa aprovechando la propia corriente del agua, gracias a las ruedas de paletas que tiene a ambos lados, que se asemejan a las que se podían ver en los antiguos barcos de vapor. Cuando no hay suficiente corriente como para impulsar la barcaza, esta consigue la energía para navegar gracias a los paneles solares que lleva anexos.
La basura que se acerca al Inner Harbor Water Wheel es recogida con un rastrillo. De ahí pasa a una cinta transportadora, desde donde se vierte a un contenedor. Los desperdicios recogidos son incinerados para generar electricidad. El barco "requiere de un mínimo mantenimiento", han explicado a Europa Press desde la organización sin ánimo de lucro Waterfront Partnership of Baltimore, responsable de la iniciativa.
Esta barcaza "solo actúa cuando hay basura en el agua, generalmente durante y después de las tormentas", indican desde el colectivo. Las aguas de arroyada de las fuertes lluvias que llegan al puerto desde las calles crean una fuerte corriente que impulsa la basura hasta el barco.
El diseño de este barco tiene como creador a John Kellett, un vecino de la ciudad que había trabajado con barcos históricos en el puerto. Él "ideó el concepto de usar vieja y nueva tecnología" para dar lugar a este vehículo, cuentan desde la Waterfront Partnership of Baltimore.
EFICACIA Y POPULARIDAD
Hasta diciembre de 2016, según los datos publicados por los responsables de la iniciativa, el barco ha recogido un total de 542,61 toneladas de residuos. Concretamente, su eficacia ha permitido retirar de las aguas del puerto 367.930 botellas de plástico, 8.905.600 colillas, 251.217 bolsas de plástico, 338.079 bolsas de patatas fritas, 459.427 vasos de poliestireno o 6.394 botellas de cristal, entre otros desperdicios.
Su particular aspecto, similar al de un caracol, lo ha convertido en un elemento popular entre los habitantes de la ciudad estadounidense, que lo han apodado 'Mr. Trash Wheel' ('Señor Rueda de Basura'). La reacción general de vecinos y turistas ha sido "extremadamente positiva", dicen sus responsables, hasta el punto de haberse convertido "en una celebridad local" que ha protagonizado miles de selfis y acumulado una gran cantidad de seguidores en las redes sociales.
Apoyada por su simplicidad y popularidad, esta iniciativa ha llamado la atención de otras ciudades de dentro y fuera de los Estados Unidos, interesadas en contar con una barcaza similar en sus ríos. "Podríamos ver un 'Mr. Trash Wheel' instalado en otra ciudad el próximo año", avanzan desde Waterfront Partnership of Baltimore.
UN PUERTO PARA NADAR Y PESCAR "EN 2020"
El puerto de Baltimore ha estado durante décadas convertido en un sumidero de residuos procedentes de vertidos contaminantes y la acumulación de basura procedente de las calles de la ciudad que termina en el agua tras ser arrastrada por la lluvia.
Este escenario se ha convertido en una amenaza para la supervivencia de los peces, tortugas, cangrejos y aves que habitan allí, al tiempo que ha dañado la imagen de uno de los puntos más atractivos de la ciudad estadounidense. Además, las viejas infraestructuras de Baltimore contribuyen a agravar la situación, ya que su mal estado "causa constantes filtraciones de vertidos en el puerto", relatan desde esta organización sin ánimo de lucro. El paso más importante, apuntan, "sería reparar las tuberías de toda la ciudad".
Waterfront Partnership of Baltimore se ha marcado como desafío convertir estas aguas en aptas para nadar y pescar "en 2020". Mientras aguardan por estas mejoras en la canalización urbana, han lanzado iniciativas como la creación de humedales artificiales flotantes, la organización de paseos reivindicativos en piragua, la concienciación de vecindarios 'libres de basura' o grupos de voluntarios para limpiar las aguas del puerto.
"Hemos creado 'alianzas' con los residentes para limpiar las calles y promover mejores prácticas de gestión de basuras", resumen desde el colectivo. Mientras tanto, 'Mr. Trash Wheel' "continuará comiéndose la basura hasta que ya no sea necesario".