Los cazadores quieren cazar en parques nacionales

Ciervos, Caza
Foto: EUROPA PRESS/RFEC

MADRID, 10 Sep. (EUROPA PRESS) -

   La Real Federación Española de Caza (RFEC) se opone "totalmente" a la disposición del anteproyecto de ley de Parques Nacionales que prohíbe la caza en estas áreas de máxima protección y pide al Gobierno que puedan participar en el control de especies o en ciertas prácticas tradicionales de caza bajo el control de la guardería de estas zonas.  

   Además, en declaraciones a Europa Press, el Presidente de RFEC, Andrés Gutiérrez de Lara, ha explicado que este veto expreso de la propuesta de ley es un "engaño a la opinión pública" puesto que en la actualidad "se está cazando en estas zonas, aunque en lugar de ser un cazador, es un guarda el que lo hace, lo que supone un coste elevado para el Estado".

   En este sentido, remarca que esta la labor de control de las poblaciones, que es "necesaria" para la conservación del Parque y el mantenimiento de la propia especie, podría realizarla "igual de bien" los cazadores, que abatirían a las piezas que se hayan estipulado necesarias "siempre bajo el control y la compañía de los guardas", y que dejarían un beneficio económico que revertiría sobre el Parque, o por lo menos, haría sostenible esta labor imprescindible en un momento restricciones presupuestarias.

   Gutiérrez de Lara también considera "inadmisible" y una "estupidez grandísima" que los animales ejecutados en los controles de los Parques no puedan ser aprovechados "ni siquiera" para carne y que deban ser quemados.

   Por todo ello, pide al Gobierno que el control de especies lo haga la RFEC o, mediante un sorteo público, otras entidades profesionales de caza que, siempre acompañados y controlados por los guardas, ejecuten lo que se haya estipulado en informes científicos emitidos por empresas y técnicos acreditados y bajo las limitaciones y normas que especifiquen los planes de capturas de cada Parque. Así, ha anunciado que la RFEC presentará alegaciones al proyecto de ley para el que "ni siquiera se les ha consultado".

   En relación a la oposición de asociaciones de caza artesanal afectadas por la reciente creación del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, en Madrid, Gutiérrez de Lara ha comentado que "todavía no se ha llegado a un acuerdo" frente a la demanda de los cazadores de poder usar técnicas, como el arco o las trampas, bajo la tutela de los guardas en los ejercicios de control de las cabras de las cumbres del Parque.

   En este sentido, ha recordado que todos los Parques Nacionales actuales fueron previamente cotos de caza que "se conservaron cuidados y con especies sanas gracias a la gestión de los cazadores". Por ello le parece "injusto" que el pago a unas buenas prácticas sea "despojarles de un derecho en lugar de darles cierto reconocimiento".

LAS BATIDAS DE LOBOS BASADAS EN CRITERIOS CIENTÍFICOS

   En relación a la polémica suscitada por las batidas de lobos que no contentan ni a ecologistas ni a ganaderos, Gutiérrez de Lara considera que "lo primero que hay que hacer es establecer unos criterios objetivos y que técnicos objetivos y competentes hagan estudios científicos que evalúen la situación de las poblaciones y que, en el caso que sea necesario, determinen el alcance del control poblacional a realizar".

   Además, ha puntualizado que si el control lo lleva a cabo el guarda, el coste al heraldo público puede rondar los 2.000 euros por pieza, mientras que si la misma tarea la lleva a cabo un cazador, acompañado por un guarda que lo controle, este pagaría a la administración en torno a 6.000 euros.

   Por otro lado, ha señalado que la media veda de este año ha salido en algunos sitios "muy bien y en otros muy mal", ya que ha dependido de la climatología y del alimento que las aves migratorias tengan disponible. En este sentido, denuncia el impacto negativo que tiene sobre esta época de caza la siega temprana de los campos de cereales en Castilla y León, Castilla-La Mancha, Valencia o Andalucía, porque "cuándo desaparece el grano, ya no vienen pájaros".

   Finalmente, ha explicado que Marruecos, donde la agricultura está emergiendo y con un clima parecido al de España, está absorbiendo muchas de las aves migratorias que, en lugar de cruzar el Estrecho, se quedan en esos campos en detrimento de los cotos españoles donde se ha detectado una disminución del número de individuos para la caza.