MADRID, 3 Ago. (EUROPA PRESS) -
La organización ambiental SEO/BirdLife considera que el impacto de los abejarucos en las colmenas de abejas melíferas es limitado y asegura que existen distintas medidas para, en su caso, reducir este potencial riesgo, al tiempo que asegura que hay otras amenazas peores para estos polinizadores que afirma que no se están afrontando, como por ejemplo los pesticidas.
Así, la ONG ha propuesto un conjunto de alternativas para hacer compatibles abejas con abejarucos y denuncia que las medidas anunciadas por la Junta de Extremadura y ASAJA para paliar esta situación "no son las adecuadas" y fueron calificadas de "ineficaces" por el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente.
Además, afirma que varios estudios sobre la depredación del abejaruco en colmenas demuestran que dicha incidencia no es preocupante. Si bien, entre las "sencillas" medidas para proteger a las colmenas, SEO/BirdLife propone, por ejemplo, instalación de mallas de sombreo, redes plásticas de protección lateral y bebederos. Estas medidas podrían proteger por una inversión de 1.000 euros, un colmenar de 80 colmenas.
Asimismo, señala que estas medidas son una estructura temporal para utilizar en la época de mayor incidencia del abejaruco --junio, julio y agosto--, que coincide, precisamente con la época de mayor actividad apícola.
Para la ONG "llama la atención" que siendo conocidas estas medidas descritas por el Mapama, sean "aparentemente ignoradas" por el sector apícola y por la propia Junta de Extremadura, pese a ser las únicas realmente eficaces tras años de estudios sobre este tema.
En un comunicado, SEO/BirdLife cita estudios de la Universidad de Murcia y de la de Extremadura sobre el impacto de los abejarucos sobre colmenas en los últimos diez años que concluyen que la depredación sobre las abejas es "puntual, temporal" y que "no supone un riesgo para la viabilidad de las mismas", ya que apenas consumen el 2 por ciento de las abejas.
La interacción se produce principalmente durante las concentraciones e inicio de la migración del abejaruco en agosto, con lo que se pueden aplicar medidas temporales de protección como las descritas.
Por ello, subraya que el "principal problema del sector apícola" no es el abejaruco, sino que hay otros muy graves que no se están afrontando ya que "suponen el reconocimiento de realidades incómodas", como la aplicación de miles de toneladas de productos químicos "altamente dañinos" para las abejas y otros insectos, en los tratamientos agrarios".
La ONG pone de ejemplo la campaña de control de la mosca del olivo en Las Villuercas, una comarca con fuerte presencia del sector apícola, realizada en agosto de 2016 con tratamientos aéreos de Dimetoato, incluso pese a que la propia resolución de la Junta de Extremadura recomienda no usarlo por su elevada toxicidad sobre las abejas.
Por eso, ve un "sinsentido" que los apicultores de Extremadura pidan que se les deje espantar a los abejarucos con medidas ineficaces y que no digan nada sobre los pesticidas.
"Resulta más fácil culpar a las aves que vuelan sobre las colmenas que al invisible veneno que las abejas reciben en los campos, pero eso no solucionará los problemas de los apicultores extremeños", concluye el delegado de SEO/BirdLife de Extremadura, Marcelino Cardalliaguet.
Ante esta petición de los apicultores, la ONG solicitará a la Junta de Extremadura que no autorice las medidas anunciadas sino las "realmente efectivas" y que "en ningún caso" permita disparar a las aves, ni de forma disuasoria o emplear redes de captura, ya que el abejaruco es una especie protegida con tendencia negativa en su población.