VALLADOLID 10 May. (EUROPA PRESS) -
Seo/BirdLife ha solicitado la adopción de medidas urgentes para detener los graves episodios de envenamiento de distintas especies, algunas de ellas en peligro de extinción, que se están registrado en Castilla y León.
Este es el caso del milano real, que en tan sólo siete años ha sufrido una regresión del 50% en Castilla y León, donde se concentraba alrededor de la mitad de la población española.
Además de esta especie, en los últimos seis años han muerto en Castilla y León más de diez águilas imperiales ibéricas por causa del veneno, a las que se suman recientemente los ocho buitres leonados y un cuervo muertos en Espeja de San Marcelino (Soria) o los trece milanos reales envenenados en las comarcas de Tierra del Vino, Benavente y Los Valles (Zamora).
En este sentido, el colectivo, a través de un comunicado recogido por Europa Press, recuerda que la Junta aprobó en abril de 2011 la Estrategia Regional para la lucha integrada contra el uso ilegal de cebos envenenados en el medio natural. El objetivo principal de la estrategia es la aprobación del Plan de Acción para la erradicación del uso ilegal de cebos envenenados en el medio natural de Castilla y León que contendrá el conjunto de medidas concretas de actuación para luchar contra este delito.
Según la Estrategia, el Plan se debería aprobar por la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, en un plazo máximo de seis meses desde su publicación. Por ello, y debido a los graves casos registrados en la comunidad autónoma, Seo/BirdLife solicita la urgente aprobación del plan de acción contra el veneno.
"Pero además la aprobación del plan de acción debe ir acompañada necesariamente de la dotación de medios suficientes para prevenir e investigar los episodios de veneno que se vienen registrando en los últimos meses", asegura David de la Bodega, coordinador del Proyecto Life + Veneno de Seo/BirdLife.
La labor del Seprona, de los agentes medioambientales, y de los Centros de Recuperación de Animales Silvestres que la Junta de Castilla y León se hace necesaria, en opinión del colectivo, para luchar contra el uso ilegal del veneno, sobre todo teniendo en cuenta que entre los meses de febrero a junio es cuando se da el mayor número de casos de envenenamiento, coincidiendo en algunos casos con malas prácticas de gestión cinegética y el periodo de cría de la perdiz.