Enjambre De Abejas
EUROPA PRESS/AYTO CUENCA
Actualizado: lunes, 29 abril 2013 16:30

BRUSELAS, 29 Abr. (EUROPA PRESS) -

La Comisión Europea ha conseguido este lunes el apoyo de una mayoría de países suficiente para prohibir durante dos años el uso de los tres neonicotinoides más frecuentes como plaguicidas en la siembra del girasol, la colza, el algodón y el maíz, por los riesgos que plantean para la salud de las abejas.

Un total de quince países han dado su visto bueno al veto de dos años, incluidos Alemania y Bulgaria, países que en reuniones anteriores se abstuvieron, y de España, que ya se mostró a favor meses atrás, según han informado a Europa Press fuentes comunitarias. En contra han votado ocho delegaciones, entre ellas Reino Unido, y se han abstenido cuatro países.

La propuesta del comisario de Consumo y Protección al Consumidor, Tonio Borg, prevé la entrada en vigor de las medidas restrictivas desde el próximo 1 de julio, aunque fuentes consultadas por Europa Press indicaron que la fecha podría retrasarse por los problemas legales y prácticos que plantea anunciar la medida con tan poco plazo.

Borg ha sumado los apoyos necesarios en una reunión del Comité de Apelación que forman expertos de los 27 en Bruselas, tras fracasar el pasado marzo en un primer intento sometido a los Estados miembros en otro comité. Entonces, trece Estados miembros, entre ellos España, votaron a favor de la propuesta comunitaria, pero nueve países se opusieron y cinco, entre ellos Alemania y Reino Unido, se abstuvieron.

La propuesta se basa en el principio de precaución a partir de un informe de la Agencia europea de seguridad alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés) que señala tres plaguicidas de la familia de los neonicotinoides comercializados en Europa por Bayer y Syngenta: clotianidina, tiametoxam e imidacloprid. Estos químicos pueden afectan al sistema nervioso de los insectos causándoles parálisis y hasta la muerte, pero no suponen un riesgo para la salud humana.

La medida podría afectar a un tercio de las semillas preparadas en la UE y España es uno de los principales productores, por lo que inicialmente pidió aplazar cualquier decisión hasta tener más datos científicos concluyentes, aunque finalmente se pronunció a favor en una primera votación celebrada en marzo.