MADRID 13 Sep. (Portaltic/EP) -
El 35 por ciento de los internautas ha recibido más de 15 cadenas de correos electrónicos con bulos en el último año, según se desprende del III Estudio sobre bulos y fraudes en Internet, presentado este martes por la Asociación de Internautas, en la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones.
El informe de la asociación, que ha tenido en cuenta las respuestas de más de 2.000 usuarios de Internet en julio y la primera semana de agosto, indica además que el 97,29 por ciento de los españoles ha recibido alguna vez una cadena de 'e-mail' de tipo fraudulento. Los temas más recurrentes, según la encuesta, suelen versar sobre salud y la alimentación (32,5 por ciento), la tecnología (13 por ciento), o la economía (11 por ciento).
Igualmente, del trabajo se desprende que el 75 por ciento de los usuarios ha recibido alguna vez una oferta de trabajo falsa en su cuenta de correo electrónico o que el 84 por ciento de los internautas se muestra preocupado por la seguridad de sus datos personales. "Se está haciendo mucho daño a la confianza en Internet", ha apuntado el director general de 'Red.es', Borja Adsuara.
PREMIOS Y FALSAS OFERTAS
Los bulos también utilizan como recurso la creación de falsas expectativas. De hecho, el 88 por ciento de los encuestados ha recibido en su correo una felicitación por haber sido falsamente premiado en la lotería y a un 68 por ciento les esperaba un paquete en Correos. Es más, a un 62 por ciento de los encuestados le han pedido cambiar sus datos de acceso a las cuentas bancarias.
En este sentido, el estudio refleja que el 6 por ciento de los internautas afirma haber sido víctima de una estafa en Internet. Trasladado a cifras, este porcentaje representa a entre 300.000 y 500.000 ciudadanos españoles que han sido víctimas de este tipo de fraudes, según puntualiza el informe.
El acto ha contado también con la presencia del presidente de la Asociación de Internautas, Victor Domingo, quien ha calificado al correo electrónico como la "principal herramienta" de difusión de bulos.
"Se habla mucho de las redes sociales, pero el correo electrónico es ahora mismo el arma fundamental para propagar rumores", ha explicado el experto, al mismo tiempo que ha remarcado la estrecha relación entre el bulo (informaciones de tipo alarmista) y el fraude, que persigue el acceso a los datos personales del usuario.
ALGUNOS DE LOS BULOS MÁS EXTENDIDOS
El presidente de la Asociación de Internautas ha comentado de igual forma que los bulos más conocidos que continúan circulando por la red en busca de nuevas víctimas, como sería el caso del timo de las falsas multas de tráfico, supuestamente remitidas por la Policía, que reclaman a los internautas el pago de 100 euros por haber realizado descargas ilegales.
"Es un claro caso de 'phising' (delito que trata de adquirir información confidencial de forma fraudulenta). No existen las multas por correo electrónico", ha señalado, al mismo tiempo que ha advertido de que los bulos suelen ir contra organizaciones y marcas internacionales. De forma habitual, las cadenas llegan a través de correo electrónico, en algunos casos con archivos adjuntos, y con algún gancho morboso para atraer la atención del internauta.
Por su parte, la experta en derecho de las nuevas tecnologías, Ofelia Tejerina, ha recordado que este tipo de fraudes acarrea consecuencias legales no sólo para los autores del bulo, sino también para los usuarios que contribuyen a su difusión.
"Somos ingenuos e incautos", ha apuntado el director del Obsevatorio Nacional de las Telecomunicaciones y la Sociedad de la Información, Pedro Martínez Jurado. Los expertos destacan así que la mejor forma de prevención es evitar facilitar datos de contactos a desconocidos en la red y ser críticos con la información que se recibe, sobre todo con aquella que exige la participación y viralización por parte del internauta.
Desde la Asociación de Internautas se recomienda a los usuarios extremar la precaución y usar el sentido común para evitar ser víctimas o gancho de este tipo de delitos; evitar pinchar sobre enlaces y páginas de dudosa procedencia; no reenviar cadenas de rumores o contrastar el origen de las informaciones que nos llegan.