MADRID 10 Ene. (EUROPA PRESS) -
El 87,36 por ciento de los industriales españoles considera que el mercado europeo de derechos de emisiones de CO2 ha tenido consecuencias en su empresa, aunque únicamente un cuarto (25,64%)internaliza o tiene en cuenta el precio del C02 a la hora de fijar el precio del producto, según se desprende del informe 'Los mercados de carbono en España en 2011', presentado por el director ejecutivo de Factor CO2, Iker Larrea que asegura que "la gestión del CO2 ha mejorado en el último año en España".
En general, cerca del 80 por ciento estima que los empresarios creen que la regulación del CO2 está teniendo impactos económicos en su gestión empresarial y más de la mitad de los empresarios afirma que conoce en detalle la regulación en vigor hasta 2020. Los datos confirman también que España es el tercer país de la UE más activo en el uso de los créditos de carbono procedentes de los proyectos de reducción de emisiones y este mercado de derechos regula las emisiones de casi 11.000 instalaciones, que representan el 40 por ciento de las emisiones GEI.
Además, el estudio apunta que en 2011 se emitieron 121,50 millones de toneladas de CO2 equivalente en España por la industria sujeta el comercio de derechos de emisión, un 11 por ciento menos que en 2009, y que el valor del CO2 ha caído un 48 por ciento durante 2011.
Durante los últimos 12 meses, de acuerdo al informe, los industriales españoles han mejorado su conocimiento sobre su posición en 2020 y el 57,89 por ciento de la muestra ha realizado en alguna ocasión alguna venta; el 17,89 por ciento declara haber realizado operaciones de compra. Mientas, el 1,05 por ciento ha puesto en marcha operaciones de venta con pacto de recompra y solo el 14,74 por ciento no ha efectuado ninguna operación.
En ese sentido, Larrea reconoce que en el plano internacional hay sobre oferta en el mercado de derechos de emisión, gracias en parte a la salida de Canadá del Protocolo de Kioto, hecho que ha calificado de "mala noticia", así como por el superávit de países como Rusia o Ucrania, pero ha subrayado que "el mercado es europeo". Por ello, ha insistido en que "tanto más que eso (el precio) es más importante tener en cuenta el proceso de toma de decisiones políticas respecto al CO2.