CASTELLÓN, 11 Nov. (EUROPA PRESS) -
La sección primera de la Audiencia Provincial de Castellón ha absuelto a un joven de 24 años de un delito de abuso sexual a su pareja, siete años más joven y con la que comenzó una relación cuando ella tenía 12 años, al considerar que éste desconocía que era delito y que los dos pertenecían a una cultura --la comunidad gitana rumana-- en la que las relaciones a esa edad "son permitidas y toleradas".
Así, la sala entiende que concurre en el acusado un "error invencible de prohibición", por lo que debe absolverle, ya que, aunque no se puede hablar de que en España tuviera una "deficiente socialización" que relegue la norma prohibitiva a espacios para él de "exotismo normativo", sí que tiene unas circunstancias y condiciones psicológicas, de cultura y de realidad social, que no solamente le hacían estar "incurso" en el error, sino que "ni siquiera tenía motivos objetivos para duda". Por este motivo, el error era para él "invencible".
El fiscal solicitaba nueve años de cárcel para el acusado por un delito de abuso sexual a una menor porque consideraba que una persona que había llegado a España en 2001 pudiera desconocer que mantener relaciones sexuales con una menor de 13 años era delito y porque sostenía que admitir en fase instructora que sí conocía esa circunstancia, lo que le hacía que no pudiera serle de aplicación la eximente del error.
Por su parte, la defensa entendía que debía dictarse una sentencia absolutoria al existir un error invencible pues ignoraba que esa conducta era delictiva en España hasta que se lo dijo una trabajadora social.
La sala considera probado que el procesado mantiene una relación de pareja con una menor desde que ésta tenía 12 años, en el curso de la cual mantuvieron relaciones sexuales que han sido libres, voluntarias y consentidas en todo momento. Fruto de esta relación nació una niña en noviembre de 2007. Asimismo, estima probado que desconocía que mantener relaciones sexuales con una menor de 13 años fuese delito.
En este sentido, tiene en cuenta que el procesado había tenido con 17 años otro hijo de una relación anterior, que la menor --con la que convivía en casa de los padres de él y con consentimiento de los de ella-- estaba cerca de cumplir los 13 años y la realidad social vivida por ambos, pertenecientes a la comunidad rumana gitana "a una cultura que permite y consiente las relaciones a esas edades".
Por ello, concluye que es "harto creíble" que el procesado pudiera pensar que su comportamiento era lícito y que ese error era "invencible", es decir, que concluye que no es culpable cuando no pudo haber tenido la conciencia de que su comportamiento era antijurídico y no se podía considerar motivado por la norma.