La hija de la procesada que supuestamente escuchó el llanto del niño, según manifestaron su tía y su prima, se niega a declarar
JAÉN, 13 Nov. (EUROPA PRESS) -
El bebé presuntamente asesinado por su madre en Jaén tras ser alumbrado en mayo de 2011 "respiró unos minutos" al nacer, según han confirmado los forenses que practicaron la autopsia al cadáver así como los peritos que analizaron determinadas partes del cuerpo, los cuáles lo han manifestado así en la vista oral que acoge la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Jaén.
De este modo, la segunda sesión del juicio, en el que el jurado popular está pendiente de que se le entregue el objeto del veredicto, ha comenzado con la testifical de la hija menor de la acusada, si bien se ha negado de manera rotunda a declarar contra su madre, después de que cuando estaba citada, no fuera localizada pues, al parecer, se había ausentado al objeto de tomar una tila dado su estado de "ansiedad".
En la vista oral ha comparecido la médica que atendió a la procesada en urgencias cuando acudió con un "fuerte dolor de riñones" tras parir, destacando que María del Mar G.Z. "negó" que hubiera tenido un bebé ante evidentes muestras de que así había sido, puesto que "tenía el útero grande, el cuello del mismo dilatado y estaba sangrando". Sin embargo, la acusada mantuvo el tiempo que estuvo con la médica que "no había parido, no había tenido ninguna falta de regla y seguía tomando la píldora".
Por su parte, los forenses encargados de la autopsia han ratificado que, externamente, el cuerpo no presentaba signos de violencia. Sin embargo, pudieron ver "cavidades en el cráneo y sangre en el cerebro por golpes producidos en vida". El cadáver del niño presentaba, según han expresado, "infiltrados hemorrágicos adheridos a la parte externa del hueso". Además, dichos golpes "afectaron al cerebro e incluso al encéfalo".
Al hilo, han aseverado que "el niño había respirado y vivió", si bien la muerte fue provocada por un traumatismo craneoencefálico creado por "fuertes golpes en la cabeza". En cuanto al cordón umbilical, que estaba enrollado al cuello de la víctima, han señalado que "no tenía marcas en el cuello" como signo de que el bebé hubiera sufrido un estrangulamiento, toda vez que el cordón no estaba "apretado ni ajustado".
Así, los peritos que analizaron las muestras del cuerpo del fallecido en Sevilla enviadas por los forenses comprobaron que el niño "nació y respiró, pero poco tiempo", teniendo en cuenta "la expansión pulmonar, que no era completa". De esta forma, han comentado que "vivió probablemente menos de 15 minutos".
En lo que respecta al estado psíquico de la acusada, ambos forenses han coincidido en que "diferenciaba la realidad y entre el bien y el mal", si bien "no era de suponer que tuviese una patología anterior". De hecho, "detalló los hechos" de tal manera que llevó a que los médicos "descartaran una depresión posparto", siendo "una persona completamente normal".
Además, en esta segunda sesión del juicio oral también ha testificado la médica de familia de la procesada, quien ha confirmado en la vista que en su historial médico "no aparece depresión alguna". Es más, ha precisado, "no ha acudido prácticamente a consulta, no la he visto desde 2007".
"NADIE LO DEFIENDE"
Asimismo, el Ministerio Fiscal ha mantenido en sus conclusiones finales la pena solicitada para María del Mar G.Z, 19 años de prisión por un delito de asesinato con alevosía y la agravante de parentesco. La fiscal, Gracia Rodríguez, ha hecho hincapié en la figura del bebé, de quien ha lamentado que "nadie lo defiende" en este juicio, toda vez que ningún familiar se ha presentado como acusación particular en defensa de la víctima.
De esta manera, la fiscal ha aseverado que la acusada "sabía lo que hacía y ocultó a todos el embarazo y más tarde la existencia del niño", impidiendo así "que se le atendiera y se intentara salvar su vida". "El bebé no pudo defenderse de ninguna manera, de ninguna", ha incidido. "Impidió totalmente que el niño pudiera defenderse", por lo que considera la alevosía.
En cuanto a su petición de condena de 19 años, ha argumentado que "no era la primera vez que paría en estas circunstancias ni ocultaba el embarazo". De hecho, como ha recordado, "no era la primera vez que se abrían diligencias judiciales por un caso así, con la diferencia de que en 2005 el niño nació a los cinco meses y ahora ha nacido a término".
"Se lo ocultó a todos sus familiares y una persona que oculta eso es porque no quiere que el niño viva". Respecto a las "dificultades económicas" a las que aludía en su declaración la hermana de la procesada, Rodríguez ha expresado que si bien es cierto, ello "no impide darlo en adopción o pedir ayuda para poder criarlo ella". Por contra, "se metió en la habitación a escondidas echando a todos de su casa".
Además, ha hecho hincapié en que "tanto la hermana como la sobrina de la acusada escucharon llorar al niño", lo que "demuestra que nació y que la causa de la muerte no fue por falta de respiración, sino por los golpes que le causó". Por si fuera poco, "lo lió en una sábana y lo ocultó en una zona donde no se podía ver fácilmente, impidiendo que lo asistieran". Además, negó a "20.000 personas que había tenido un hijo, con lo que impidió su auxilio".
Por último, el abogado de María del Mar G.Z. ha mantenido que el delito por el que debería condenarse a su defendida es el de homicidio por imprudencia grave, solicitando para ella cuatro años de prisión. No obstante, ha reconocido, "lo tenemos bastante mal", aunque se ha detenido en varios puntos. El letrado ha aludido a que la acusada "no apreció la respiración del bebé". Además, "el médico decía que era lenta la respiración".
"Evidentemente, se trata de una imprudencia grave, pues no solicitó ayuda, pero no se tiene la certeza de que no se produjera un accidente por el que pudo fallecer, como pudo ocurrir a la hora de sacar al niño del vientre materno". Finalmente, la procesada ha preferido no expresar las últimas palabras que le ha dado la posibilidad de manifestar el magistrado de la Sección Tercera.