Investigadores USC
UNIVERSIDAD SANTIAGO COMPOSTELA
Publicado: martes, 23 enero 2018 17:01


MADRID, 23 Ene. (EUROPA PRESS) -

Investigadores de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) han constatado que las aves marinas actúan como un "importante" canal de transferencia de fósforo y nitrógeno desde las aguas oceánicas a los continentes. Así lo han puesto de manifiesto al estudiar cómo estas especies modifican las condiciones ambientales de las zonas concretas en las que establecen sus colonias de reproducción, transformando "drásticamente" la composición de los suelos, el agua y la vegetación.

Precisamente, según sus cálculos, anualmente son depositadas en las colonias de cría a través de los excrementos 599.000 toneladas de nitrógeno y 99.000 de fósforo, cantidades "semejantes" a las de los aportes fluviales realizados por el conjunto de todos los ríos del mundo o del nitrógeno y fósforo extraídos de las aguas marinas por la actividad pesquera.

Los resultados del trabajo, liderado por el profesor de Edafología y Química Agrícola de la Escuela Politécnica Superior de Ingeniería de la USC Xosé Luis Otero y publicado por la revista Nature Communication, suponen una "importante contribución" a los ciclos del nitrógeno y fósforo, elementos que, a su juicio, juegan un "papel crucial" en la productividad marina.

Además del profesor Otero, ha participado en el estudio el catedrático de Geografía Física de la USC Augusto Pérez Alberti y el investigador Saúl De La Peña, junto con investigadores de las Universidades de Sao Paulo (Brasil) y de la Autónoma de Baja California (México). Los expertos han propuesto un nuevo término, 'ornitoeutrofización', para designar el impacto de las colonias de las aves marinas sobre los ecosistemas costeros.

Para la investigación, titulada 'Seabird colonies as important global drivers in the nitrogen and phosphorus cycles', el equipo científico ha trabajado en el Parque Nacional de las Islas Atlánticas de Galicia, que funcionó como "un auténtico laboratorio natural" de donde salieron los primeros datos acerca de la relevancia de las aves marinas sobre el ciclo global del nitrógeno y el fósforo.

El estudio, financiado por el Organismo Autónomo Parques Nacionales y el programa de Becas Leonardo a Investigadores y Creadores Culturales 2016 de la Fundación BBVA, comenzó con el cálculo previo de la población mundial de aves marinas reproductoras, dando como resultado un total de 804 millones de individuos.

Posteriormente, tras aplicar un modelo bioenergético que considera parámetros como tamaño, tipo de alimentación, tasa de eficiencia energética y tiempo de residencia en la colonia de cada especie, los expertos cuantificaron la cantidad total de nitrógeno y fósforo excretado por los adultos y crías en las colonias.

Asimismo, los investigadores han determinado la distribución mundial del aporte global, para lo que han analizado más de 3.000 colonias y han constatado que, pese a que las aves marinas se distribuyen por igual en las zonas circunspolares, más del 80 por ciento de nitrógeno y fósforo se deposita en el hemisferio sur, debido al mayor tamaño de las especies en esa parte del planeta, entre las que destacan los pingüinos (especialmente el de macaroni) en el hemisferio sur y el arao común en el norte.

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