La entrada de especies de alta movilidad desde las zonas no afectadas y la llegada de larvas han favorecido la recuperación
SANTA CRUZ DE TENERIFE, 10 Oct. (EUROPA PRESS) -
El grupo de investigación en Biodiversidad, Ecología Marina y Conservación (Bioecomac) de la Universidad de La Laguna ha terminado el pasado fin de semana los trabajos de la segunda campaña de evaluación del estado de recuperación de la biodiversidad y los recursos marinos, después del final del evento volcánico en El Hierro.
Los datos resultantes ponen de manifiesto el buen ritmo del proceso de recuperación en las zonas afectadas y especialmente en aquellas localidades que se encuentran en sectores protegidos de la reserva marina y en áreas remotas de baja accesibilidad, donde la presión pesquera recreativa del verano ha sido menor o nula.
La entrada de especies de alta movilidad desde las zonas no afectadas y la llegada de larvas, también desde fuera del Mar de Las Calmas, a medida que cada especie fue entrando en periodo de desove, han favorecido la recuperación, explican los investigadores.
Se cumplió la esperada llegada de cardúmenes (ranchos) de viejas, de forma que están en desove en la zona, y se encuentra ya una notable biomasa y alta diversidad de tallas. La presión depredadora de estos peces de alta movilidad y crecimiento rápido sobre los invertebrados ha sido esencial en la reestructuración del ecosistema, al controlar las explosiones poblacionales ocurridas tras la muerte de los peces.
Algunas especies de crecimiento más lento y de menor movilidad, como por ejemplo el mero, el pejeperro o el tamboril espinoso, se ven todavía con menos frecuencia que antes de la erupción o están aún ausentes en la zona afectada, y además los ejemplares presentes son generalmente más pequeños, prosigue el equipo de Bioecomac. No obstante, estas especies siguen siendo frecuentes en el entorno no afectado. "Sin duda, la veda de la actividad pesquera vigente contribuirá a acelerar la recuperación", añaden.
CONTRIBUCIÓN A LA SUPERVIVENCIA
Las condiciones oceanográficas del invierno y primavera, con aguas muy frías y con más nutrientes (mayor productividad), han contribuido mucho a la alta supervivencia de larvas y juveniles de peces.
Por otra parte, este mismo fenómeno ha permitido el desarrollo desde finales de la primavera de formaciones (praderas) del alga parda Cystoseira abies marina (orchilla), un alga perenne que le da colorido amarillo a la costa, desaparecidas desde la mitad de la década de los años noventa como consecuencia posiblemente del aumento de temperaturas relacionado con el cambio climático. Estas praderas, además de mejorar la calidad del paisaje, sirven de refugio y zona de cría para muchos peces e invertebrados.
Como consecuencia de la rápida recuperación del ecosistema y los recursos litorales, las inmersiones en el Mar de las Calmas y en la reserva marina se encuentran ya en una situación óptima, de forma que vuelve a ser un lugar ideal y muy recomendable para el buceo.
La originalidad de su flora y fauna, de carácter más tropical que en el resto del archipiélago, su alta biodiversidad y unos paisajes submarinos y costeros excepcionales, hacen de los fondos marinos de El Hierro un espacio muy atractivo.