El Gobierno australiano defiende frente a las críticas el acuerdo con Malasia sobre inmigración

Actualizado: lunes, 6 junio 2011 16:19

CANBERRA 6 Jun. (EUROPA PRESS) -

Ante las críticas de la oposición y del partido que gobierna en Australia, el ministro de Inmigración, Chris Bowen, ha defendido este lunes el acuerdo que alcanzó su Gobierno con el de Malasia para que los inmigrantes indocumentados que lleguen a las costas australianas sean trasladados al país asiático, donde la ONU determinará si se les puede considerar refugiados o no.

La oposición ha advertido de la supuesta brutalidad ejercida por las autoridades malasias en los centros de detención y ha hecho referencia a la posibilidad de que incluso los niños reciban castigos corporales.

Pero Bowen ha asegurado en declaraciones a la cadena de radio ABC que a estas personas no se les aplicarán las duras leyes de inmigración de Malasia. Los solicitantes de asilo que lleguen a Australia serán trasladados con el acuerdo de Malasia "para que el régimen que se aplica a los inmigrantes ilegales" en este país "no se aplique a las personas trasladadas de Australia a Malasia".

"Los detalles operativos reflejarán el compromiso de Australia y de Malasia de garantizar que reciben un trato adecuado", ha afirmado Bowen, que ha añadido que las autoridades australianas y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) supervisarán la forma en que se trata a los solicitantes de asilo.

ACNUR retiró su apoyo al acuerdo cuando se enteró de que también los menores no acompañados podían ser enviados a Malasia, una decisión que llevó al Gobierno australiano a comprometerse a evaluar la situación de cada niño de forma individual.

Aunque la organización ha aplaudido esta rectificación, ha subrayado que las condiciones del acuerdo definitivo deberán garantizar los Derechos Humanos de los inmigrantes. "En particular, ACNUR insiste en que se considere de forma especial a los grupos vulnerables, como los menores no acompañados, y se establezcan medidas de protección adecuadas", ha dicho en un comunicado.

ALGUNOS PODRÍAN SER AZOTADOS

Pero el líder de la oposición, Tony Abbott (del Partido Liberal de Australia), ha dicho que es "seguro" que algunos de los solicitantes de asilo enviados a Malasia sufrirán "un castigo cruel". "Las personas de las pateras trasladadas a Malasia habrán transgredido (la ley) y serán tratadas según las normas malasias, lo que significa que algunas serán azotadas", ha advertido en declaraciones a la emisora 2GB.

Las críticas también han venido del gobernante Partido Laborista Australiano. La parlamentaria Melissa Parke ha dicho que le resultaría "difícil" apoyar un acuerdo que no ha recibido el visto bueno de ACNUR ni del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).

"Australia firmó la Convención sobre los Derechos del Niño, y tienen derecho a que se proteja su bienestar y sus derechos. Y el ministro, como custodio de los menores no acompañados, tiene la responsabilidad de garantizar que Australia cumple sus deberes legales en virtud de esa convención", ha recordado.

Pero Bowen ha reiterado que no habrá una exención general para los menores no acompañados porque eso haría que los traficantes de personas llenasen las pateras de niños. "Un número relativamente pequeño de menores no acompañados" serán considerados "caso por caso", ha añadido.

La senadora de Los Verdes Sarah Hanson-Young, muy crítica con el acuerdo alcanzado el mes pasado con Malasia, opina que debería ser anulado. "Un día, el ministro afirma categóricamente que todas las personas serán trasladadas a Malasia, y luego se retracta por la presión pública y dice: 'Bueno, puedo reconsiderarlo'", ha señalado la senadora, que cree que si Bowen se ha planteado la situación de vulnerabilidad de algunas personas, entonces "no se debería enviar a nadie" a Malasia.

El Gobierno, encabezado por la primera ministra Julia Gillard, ha estado intentando hacer frente a la situación generada por la gran cantidad de personas que han llegado por mar de forma ilegal a Australia. En varios centros de detención donde se alojan temporalmente los solicitantes de asilo se han producido incidentes violentos.

La tragedia más grave ocurrida junto a las costas de Australia se produjo en 2001 cuando 353 solicitantes de asilo se ahogaron cuando el barco de madera en el que navegaban se hundió en el océano Índico.

Las autoridades de Australia intentan interceptar a los inmigrantes clandestinos antes de que lleguen a las costas de la isla principal porque si alcanzan este territorio tienen más derechos legales. Actualmente hay más de 6.000 solicitantes de asilo detenidos en el país, procedentes de países como Irán, Irak, Vietnam, Sri Lanka y Afganistán. En Malasia hay unos 92.000 solicitantes de asilo.