El Gobierno usa la lógica del miedo con los inmigrantes en Ceuta y Melilla, según expertos

   Afirman que España "no tiene las ideas claras" sobre asilo y protección internacional

   MADRID, 25 Nov. (EUROPA PRESS) -

   Expertos denuncian "inacción política" del Gobierno en materia migratoria y le acusan de emplear la "lógica del miedo" en Ceuta y Melilla por asegurar que existe una creciente violencia de los inmigrantes hacia las Fuerzas de Seguridad del Estado en su intento de pasar la frontera.

   "El Estado español ha movilizado y construido una narrativa de caos y crisis", señalan los autores del Anuario de la Inmigración en España 2014 'Flujos cambiantes, atonía institucional', presentado este miércoles en Madrid, que pone de manifiesto que la política migratoria ha continuado "perdiendo relevancia" hasta convertirse en un asunto de "mera gestión administrativa y de parálisis política" en materia de integración.

   Durante la presentación, uno de los directores científicos de la publicación, el catedrático de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid, Joaquín Arango, ha subrayado la "baja" acción normativa del Ejecutivo en materia de inmigración, de la que sólo ha destacado el reglamento de los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE), mientras "persisten" asuntos, a su juicio, "controvertidos", como es la tensión en la frontera de Ceuta y Melilla.

   Arango ha lamentado que el Gobierno haya dado "cobertura legal a las 'devoluciones en caliente'" de inmigrantes por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y que no atienda al cambio de perfil de los internos en los CETI, "cada vez más orientado a personas que escapan de la guerra y de conflictos bélicos" y que, según ACNUR, les hace candidatos de protección internacional.

LA TRAGEDIA DEL MEDITERRÁNEO

   El 'Anuario de la Inmigración en España' analiza la "tragedia" vivida en el Mediterráneo durante 2014 como un adelanto de los acontecimientos que están tenido lugar en 2015 con la llegada masiva de refugiados a las fronteras europeas. "Ante todo, es una crisis humanitaria que entraña incontables penalidades y sufrimientos y que ha alcanzado cotas de dramatismo insoportables", ha advertido Arango.

   Sobre los refugiados, el codirector del estudio, el profesor de la Universidad Autónoma de Madrid Ramón Mahía, ha indicado en la presentación que España tiene experiencia en migración laboral, ante la que ha ido "más o menos reaccionando", pero, sin embargo, no tiene "ni los recursos ni las ideas claras" en cuanto al derecho de asilo o a la protección internacional.

   Los autores del informe señalan que unos de los principales retos de Europa consiste en modificar las percepciones de la opinión pública sobre la inmigración, dejar de utilizar a este colectivo como "chivo expiatorio" y centrarse, por otra parte, en desarrollar políticas para mitigar las preocupaciones "creíbles" de los ciudadanos en relación a la cohesión social y la inclusión.

   Argumentan que las demandas de la población migrada en 2014 e España se "homogenizan" con las de la población autóctona (vivienda y empleo) y advierten de que la mediación intercultural juega "un papel clave" para que se produzca una "verdadera" cohesión social. Sin embargo, lamentan que las políticas de austeridad "limitan" el logro de este objetivo al dejar de financiarse servicios específicos.

CAMBIO DE TENDENCIA EN EL EMPLEO

   En el ámbito del empleo en 2014, el estudio destaca la ruptura con la trayectoria anterior de reducciones más intensas que la media, situándose entre los colectivos con mayores aumentos (3,8% anual en el cuatro trimestre de 2014), sensiblemente más rápido que el nativo (2,3%). "Los registros de 2014 implican una marcada ruptura de lo acaecido en ejercicios previos", indican, no sin añadir que este proceso de mejora de la ocupación inmigrante "es todavía frágil".

   Sobre esta cuestión, el catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona, Josep Oliver, indica en este apartado sobre empleo que el mercado de trabajo español "se encuentra en presencia de una transformación" que, de no mediar "nuevos choques internos", debería iniciar una nueva etapa, en la que el colectivo inmigrante está destinado a "jugar un papel importante", en especial en el ámbito de los más jóvenes. Asimismo, apunta que, probablemente, será necesaria una reversión de las salidas actuales.