TARRAGONA, 13 Oct. (EUROPA PRESS) -
El prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, el cardenal Angelo Amato, ha destacado este domingo que la Iglesia "no busca culpables" con la beatificación de 522 mártires del siglo XX que murieron en España fruto de la persecución religiosa de los años 30.
En su homilía en la celebración solemne en el Complejo Educativo de Tarragona, ha defendido que la Iglesia es "casa del perdón" y que, con este gesto, quiere glorificar a estos testigos heroicos del Evangelio.
"En el periodo oscuro de la hostilidad anticatólica de los años 30, vuestra noble nación fue envuelta en la niebla diabólica de una ideología" que anuló a millares de ciudadanos pacíficos, incendiando iglesias y símbolos religiosos, cerrando conventos, escuelas católicas y destruyendo parte del patrimonio, ha añadido.
El cardenal ha subrayado que los mártires no fueron caídos de la Guerra Civil, sino "víctimas de una radical persecución religiosa, que se proponía el exterminio programado de la Iglesia", y estos mártires no eran provocadores sino personas pacíficas.
Para Amato, el acto, al que han acudido más de 25.000 peregrinos, es una "fiesta de la celebración, del perdón dado y recibido", y ha remarcado que esta celebración quiere gritar fuertemente al mundo que la Humanidad necesita paz, y nada puede justificar la guerra, el odio fratricida y la muerte del prójimo.
Amato ha indicado que los mártires se opusieron al furor del mal, como un muro se opone a "la violencia monstruosa de un tsunami", y que la Iglesia invita también a los perseguidores a no temer la conversión, a no tener miedo del bien y a rechazar el mal.
Además, ha dicho "España es una tierra bendecida por la sangre de los mártires", y ha recordado que la Iglesia ha beatificado en 14 ceremonias a más de 1.000 católicos víctimas de la persecución religiosa de los años 30.
LA MÁS NUMEROSA EN ESPAÑA
Según él, se trata de la ceremonia de beatificación más grande que ha habido en España y que los mártires, de una media de edad de 43 años, fueron formados con una "verdadera pedagogía martirial", puesto que eran advertidos del peligro mortal en que se encontraban.
Bajo el lema 'Los mártires del siglo XX en España, firmes y valientes testigos de la fe', la beatificación se ha celebrado en Tarragona por sumar el grupo más numeroso de los mártires --con 147-- y por el deseo de la archidiócesis de unir estos mártires con los primeros cristianos del siglo III que murieron en Tarragona: San Fructuoso, San Eulogio y San Augurio.