La mediación familiar tiene una incidencia mínima en España,

MADRID 20 Ene. (EUROPA PRESS) -

La mediación de conflictos familiares tiene una incidencia "mínima" --del uno por ciento-- en la sociedad española, pese a ser más barata y menos dramática que los procesos contenciosos, según alertan organizaciones especializadas, que solicitan un mayor apoyo de los poderes públicos para el fomento de estos servicios entre la ciudadanía, a través de políticas y recursos.

En un acto en la sede de la Comisión Europea en Madrid, la Unión de Asociaciones de Familias (UNAF), la Asociación para la Mediación Comunidad de Madrid (AMECOM) y la Federación Estatal de Asociaciones de Profesionales de la Mediación (FAPROMED) han pedido también la declaración del 21 de enero como 'Día Europeo de la Mediación'.

"Se trata de una forma eficaz de resolver los conflictos, mucho más beneficiosa para las partes, porque el acuerdo proviene de ellas mismas, además de una alternativa a los procesos contenciosos (separación y divorcio, en el caso de parejas) más ajustada a las necesidades y menos costosa económicamente y emocionalmente", ha afirmado la directora de UNAF, Julia Pérez, cuya organización atiende desde 1990 de forma gratuita a familias con problemas.

El proceso es "más corto y más barato" para quienes optan por la vía de la mediación para acabar con su matrimonio, aunque luego este acuerdo acabe en un juzgado, para así garantizar su cumplimiento --sobre todo cuando hay hijos por medio-- y resolver la cuestión civil. También en otros casos se puede materializar lo pactado en una escritura pública, firmada ante notario.

Según esta organización, la crisis ha supuesto un incremento de las necesidades de mediación familiar, pese al "desmantelamiento" de los servicios sociales. Las dificultades económicas por la pérdida del empleo por parte de uno de los miembros de la pareja ha dificultado "notoriamente" las posibilidades de llegar a soluciones económicas que faciliten una ruptura de pareja consensuada.

El nivel de éxito de la mediación alcanza el 80 por ciento, según la mediadora de UNAF Begoña González, que ha señalado que la mayoría de los casos tratados en esta entidad acaban con un acuerdo estable. Sin embargo, cuando esta mediación se produce una vez iniciado el proceso de divorcio, por indicación de un juez, este éxito se reduce considerablemente y no llega al 20 por ciento de los casos.

González ha descrito algunas tendencias desde su experiencia, como que las parejas usuarias se encuentran mayoritariamente en la franja de edad entre 40 y 49 años, trabajan y tiene hijos, o que es la mujer la que suele solicitar el inicio del proceso con la primera llamada telefónica. En gran parte de los casos, las parejas deciden romper tras diez años de relación.

Aunque mayoritariamente se utiliza la mediación para cuestiones de separación de parejas, la directora general de la Asociación Española de Mediación Familiar, Carmen Rodríguez, ha explicado que también se emplea para intentar resolver conflictos entre padres e hijos, y "cada vez más" entre padres e hijos adoptivos.

Asimismo, este servicio se utiliza para temas mercantiles, como la disolución de una sociedad, para problemas en comunidades de vecinos, por iniciativa del administrador de fincas, y, en los últimos años, para alcanzar acuerdos en casos hipotecarios.

"El mediador tiene el papel de 'facilitador', para que los ciudadanos tengan acceso a una solución que no sea judicial", ha afirmado la presidenta de AMECOM, Ana Cobos, que ha manifestado la necesidad de unificar el marco legal europeo en este campo para que se proporcionen servicios de mediación al alcance de los ciudadanos.