MADRID 15 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Asociación Mutua Motera (AMM) ha alertado de que un elevado porcentaje de las chaquetas, botas y guantes que se venden actualmente en el mercado para motoristas no cumplen con las condiciones mínimas de seguridad. La asociación se ha basado para ello en un trabajo de campo en el que se han analizado casi 400 prendas que actualmente se venden en tiendas especializadas.
De las prendas analizadas se deduce que el grado de incumplimiento de la normativa llega en ocasiones al cien por cien de las unidades analizadas, como es el caso de las chaquetas que se venden para tratar de mitigar la gravedad de las lesiones en caso de accidente cuando el motorista cae de la moto, según el informe al que ha tenido acceso Europa Press.
El problema más frecuentes detectado por la asociación en el caso de las chaquetas, además del etiquetado es una mala fijación de la protección a la zona corporal a proteger, lo que puede provocar que en caso de caída la protección no cumpla su objetivo y el motorista acabe igualmente lesionado.
Significativo también es el nivel de incumplimiento de los guantes analizados por la asociación. El 97 por ciento de los 42 marcas de guantes analizados no acreditan haber superado las pruebas exigidas para su homologación o certificación. Tampoco lo acreditan el 73,3 por ciento de las 45 tipos de botas estudiadas, que en algunos casos no se ajustan adecuadamente al tobillo, lo que puede provocar que en caso de accidente salgan despedidos.
MÁS SEGURIDAD EN LOS CASCOS
Mientras, la situación de los cascos es "mucho mejor", debido en parte a la importancia que se ha dado en los últimos años a este elemento de protección desde las asociaciones y desde la propia Dirección General de Tráfico (DGT), con campañas dirigidas específicamente a sensibilizar sobre la necesidad de ponerse el casco. El 96,5 por ciento de los 57 cascos analizados acreditaban estar homologados.
No obstante, esta seguridad de los cascos no siempre fue así y, de hecho, hubo un tiempo que, como ocurre ahora con las chaquetas, las botas o los guantes, se venían en el mercado un elevado número de cascos de protección que, en realidad, no cumplían esa función, como recuerda la asociación de moteros en su informe.
Concretamente, la AMM recuerda como a principios de los años noventas se distribuyeron, con el consentimiento de la DGT, miles de cascos regalados por la patronal de fabricantes de motocicletas que no estaban ni homologados ni certificados como seguros. Desde entonces se ha logrado avanzar mucho en la retirada del mercado de los denominados cascos 'quitamultas' y a la hora de concienciar a los motoristas sobre la importancia de comprar cascos seguros.
RECOMIENDA FIJARSE EN EL ETIQUETADO
Sin embargo, con el resto de equipamiento de protección a los motoristas todavía queda trabajo por hacer, según la asociación. En este sentido, la AMM recomienda "encarecidamente" a todos los motoristas que antes de adquirir una prenda de protección, se compruebe en el etiquetado que ésta ha obtenido las certificaciones u homologaciones legalmente exigibles.
El parque de motos en España ha aumentado en los últimos años y en paralelo a este incremento han crecido el número de accidentes de estos vehículos, razón por la que es necesaria insistir en los elementos de seguridad. Si en 2001 los accidentes de moto suponían un 10 por ciento del total de accidentes con víctimas, en 2010 ese porcentaje ascendió al 21 por ciento, según datos de la DGT.
Un número de siniestros que podría haber sido menor en caso de haber utilizado el casco. De hecho, el riesgo de sufrir una lesión cerebral se multiplica por tres, si el conductor o pasajero de la motocicleta no lleva puesto el casco y la probabilidad de salir ileso del siniestro aumenta en un 20 por ciento si se hace uso del mismo.
A pesar de ello, en 2010 el número de motoristas fallecidos en vías interurbanas que no llevaban casco fue del 6 por ciento, en vías urbanas ese porcentaje se elevó al 9 por ciento. En el caso de los usuarios de ciclomotor, los fallecidos que no utilizaban casco tanto en vías urbanas como en interurbanas ascendió al 24 por ciento.