ALICANTE, 22 Ene. (EUROPA PRESS) -
La pareja de la joven acusada de matar a su bebé recién nacida en el servicio de su domicilio en Dénia (Alicante) ha asegurado que la noche de los hechos no se percató de que la joven estaba dando a luz en el cuarto de baño de su domicilio y que si lo hubiera sabido "hubiera intentado salvar esa vida".
En la segunda sesión del juicio con jurado popular que se celebra en la Audiencia de Alicante, el novio de la acusada ha declarado en calidad de testigo y ha mantenido que desconocía que estuviera embarazada.
Según ha detallado, tras volver a casa de una cena con unos amigos, la procesada se encerró en el servicio de noche y le pidió que "no se preocupara y se acostara" porque "sólo tenía cólicos a causa del periodo".
A la mañana siguiente, según ha mantenido, cuando se despertó se extrañó de que ella no quisiera levantarse, y cuando ella le comunicó que "le dolía mucho y que había sangrado mucho" fue él quien la convenció para acudir al hospital.
Así mismo, ha explicado que por la mañana "sólo vio unas pequeñas manchas de sangre en el servicio", y ha asegurado que él no limpió la vivienda. "¿Porqué la iba a limpiar la casa, si estaba limpia?", se ha preguntado en voz alta.
Ha reconocido que tiró las bolsas de basura que había junto a la puerta del domicilio a petición de la acusada, y las tiró en el interior del primer contenedor que hay junto a la salida del aparcamiento del edificio. "Si yo hubiera sabido lo que había ahí, hubiera dado la vuelta y hubiera intentado salvar esa vida", ha subrayado.
Además, ha explicado que desde el momento en que la joven ingresó en el hospital, al mediodía, no volvió a verla hasta que a las cinco de la tarde fue requerido por un agente de Policía Nacional, que le comunicó el alumbramiento. "Mi amor, perdóname, es que lo hice mal", ha recordado que le dijo su pareja tras conocer lo ocurrido.
Preguntado directamente sobre si maltrataba a la joven, el testigo ha afirmado "que han tenido discusiones", si bien ha asegurado que los dos estaban "muy enamorados". "Ha sido el amor de mi vida, yo he sido el que aquí he perdido todo", ha declarado.
DECLARACIÓN "SIN PIES NI CABEZA"
No obstante, durante la segunda vista del juicio también han prestado declaración otros testigos, entre ellos varios agentes que intervinieron en la investigación y en el hallazgo de los restos de la bebé encontrados en una bolsa de basura de un contenedor próximo al domicilio.
Uno de los policías ha explicado que cuando la joven le confesó lo ocurrido, pidió que su pareja saliera de la estancia. "Es curioso, ella antes de darme cualquier respuesta miraba a su pareja y luego me respondía, por eso le pedí que saliera para que contestara sin coacciones", ha indicado.
Este mismo policía ha considerado que la primera declaración de la procesada "no tenía ni pies ni cabeza", y ha recordado que ella le dijo que tuvo un parto natural cuando se duchaba, y que la pequeña se golpeó la cabeza contra el plato de la ducha.
Sin embargo, ya el primer avance de la autopsia reveló que la recién nacida "tenía la cabeza literalmente machacada", y supo que había sido una "muerte homicida" porque las lesiones que no se correspondían con esta versión dada por la afectada.
"MORETONES" POR EL CUERPO
Este martes también estaban llamadas a declarar como testigos la hermana, la madre y una amiga de la acusada, quienes no han acudido ante la imposibilidad de las fuerzas de seguridad de localizarlas. Por ello, la sala ha leído las declaraciones que realizaron anteriormente en la fase de instrucción de esta causa.
De acuerdo con su testimonio escrito, las tres coinciden en confirmar que la procesada tenía "miedo" de su pareja, y en diferentes ocasiones vieron moretones en brazos, piernas y en la cabeza de la joven, que ella intentaba ocultar.
"Me dijo que, con el carácter que tenía mi hermana, a veces tenía que darle dos hostias", reconoce la hermana, quien admite que sospechó del embarazo de su hermana, si bien creía que ésta estaba esperando a que avanzara el estado de gestación para hacerlo público, cuando su pareja "ya no pudiera obligarla a abortar", tal y como supuestamente había intentando hacer en los dos embarazos anteriores de la procesada.
"JAMÁS LO VOLVERÍA A HACER"
La hermana además ha relatado que, tras los hechos, por confusión, el novio de su hermana le llevó a casa un paquete que supuestamente contenía ropa para la hija de dos años y medio que la pareja tiene en común, pero que realmente contenía ropa "perfectamente limpia y ordenada de bebé" que la procesada había preparado en secreto antes del parto.
Por su parte, la amiga que anteriormente la había acompañado a abortar en su primer embarazo, ha declarado que después de interrumpir la gestación, la encausada "estaba arrepentida y dijo que jamás lo volvería a hacer". "Quería tener otro hijo, y a menudo calculaba qué edad tendría si hubiera nacido", ha recordado.
El fiscal considera que la procesada golpeó la cabeza de su hija tras el parto y después, creyéndola sin vida, guardó su cuerpo en una bolsa de basura, que le causó la muerte por asfixia. Por estos hechos, constitutivos de un presunto delito de asesinato con agravante de parentesco, pide una pena de 20 años de prisión.
La defensa sin embargo pide su libre absolución, ya que mantiene que la pequeña falleció por complicaciones en el parto, y que la acusada era víctima de violencia de género y ocultó el embarazo y el alumbramiento por "temor" a su pareja.