MADRID 5 Feb. (Reuters/EP) -
El Comité de la ONU sobre los Derechos del Niño ha pedido al Vaticano que "retire inmediatamente" a todos los miembros del clero de los que se sabe o se tiene sospecha de que han cometido abusos sexuales contra menores y que los entregue a las autoridades civiles.
Igualmente, señala que la comisión específica creada el pasado mes de diciembre por el Papa Francisco para este asunto debería investigar todos los casos de abuso sexual infantil así como la conducta de la jerarquía católica ante estos hechos.
Una delegación vaticana presentó el pasado 16 de enero en la sede del organismo de la ONU en Ginebra (Suiza) un informe sobre las medidas adoptadas para condenar y prevenir los casos de abusos sexuales y proteger a los menores ante la Convención de la ONU relativa a los Derechos del Niño.
El órgano de las Naciones Unidas se encarga de revisar regularmente la aplicación de la Convención sobre los Derechos del Niño, tratado de la ONU de 1989, del que la Santa Sede fue uno de los primeros países promotores en 1990. La Santa Sede acudía para responder sobre su acción ante los expertos de las Naciones Unidas, como el resto de países miembro.
En el informe presentado este miércoles por el organismo de la ONU, se reclama también a la Santa Sede que haga públicos sus archivos sobre casos de abuso sexual. Además, el Comité manifiesta su preocupación por el conocimiento que de estos casos se tenía en la Santa Sede.
"El Comité está profundamente preocupado por que la Santa Sede no ha reconocido la gravedad de los crímenes cometidos, no ha tomado las medidas necesarias para hacer frente a los casos de abuso sexual infantil y para proteger a los niños y ha adoptado las políticas y prácticas que han dado lugar a la continuación del abuso por parte y por la impunidad de los perpetradores", señala el informe.
Además, el informe considera que la Iglesia Católica todavía no ha tomado las medidas para evitar que se repitan casos como los de Irlanda, en los que en unas lavanderías de las Hermanas Magdalenas se sometió a niñas a condiciones de trabajo forzoso. Para estas víctimas, en concreto, pide que sean indemnizadas.
POSICIÓN DEL VATICANO
El observador permanente de la Santa Sede ante la ONU en Ginebra, monseñor Silvano Tomasi, advirtió el pasado 16 de diciembre ante el Comité de la Convención de Derechos de la Infancia de la ONU, que los "abusadores" se encuentran entre las "profesiones más respetadas" incluidos "miembros del clero y personal de la Iglesia".
"Los abusadores se encuentran entre los miembros de las profesiones más respetadas del mundo, la mayoría lamentablemente, incluidos los miembros del clero y otro personal de la Iglesia. Este hecho es especialmente grave, ya que estas personas están en posiciones de gran confianza y son llamados a promover y proteger todos los elementos de la persona, como la salud física, emocional y espiritual. Esta relación de confianza es fundamental y exige un alto sentido de responsabilidad y respeto por las personas atendidas", ha expuesto.
Monseñor Tomasi también subrayó que "no hay excusa" para ninguna forma de violencia o explotación a niños y que estos crímenes "nunca pueden ser justificados, tanto si son cometidos en casa, la escuela, el deporte o en organizaciones y estructuras religiosas".
Esta, según afirmó, es la política "de toda la vida" de la Santa Sede. Tomasi expuso que el Vaticano ha delineado políticas y procedimientos para colaborar con las autoridades y luchar contra este crimen. Concretamente, subrayó que las Iglesias locales han elaborado directrices para prevenir los abusos sexuales y protocolos de actuación ante estos casos. De hecho, aseguró que "la Iglesia Católica está dispuesta a convertirse en el ejemplo de mejores prácticas en esta tarea tal y como exigen los altos valores e ideales de la Convención y sus Protocolos".
DARÁ LA BIENVENIDA A CUALQUIER SUGERENCIA
Para concluir, monseñor Tomasi afirmó que la Santa Sede dará la bienvenida a cualquier sugerencia por parte del Comité que pueda ayudarles a promover el respeto de los derechos de la infancia y a asegurar una aplicación eficiente de la Convención y sus Protocolos.
El Papa Francisco ha continuando la senda iniciada por Benedicto XVI para proteger a los más débiles y ha instituido una comisión específica para prevenir los casos de pederastia en la Iglesia. Asimismo, el Pontífice ha aprobado una reforma del Código Penal del Vaticano para reforzar las sanciones contra los actos de pederastia.