MADRID, 1 Feb. (EDIZIONES) -
El movimiento de personas de un país a otro no es un fenómeno propio del mundo moderno, pero la mejora de las comunicaciones y el transporte, así como el impulso de la economía global, ha acrecentado las migración hasta un nivel que no tiene comparación en el pasado.
Los inmigrantes suponen en la actualidad el 3,3 por ciento de la población mundial, mientras que en el año 2000 eran el 2,8 por ciento. No obstante, en el caso de Europa, Norteamérica y Oceanía, suponen el 10 por ciento de la población, mientras que en África, Asia y Latinoamérica y el Caribe son menos del 2 por ciento.
En su último informe Indicadores de la Integración de Inmigrantes 2015, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE) ha analizado qué países son aquellos que tienen una mayor población de inmigrantes nacidos dentro de sus fronteras, así como el volumen de población de inmigrantes de segunda generación --hijos de inmigrantes--. El resultado es este gráfico.
De todos los países de la OCDE, Luxemburgo es el país con un mayor porcentaje de inmigrantes con 37,3 por ciento, aunque si se incluye a los inmigrantes de segunda generación ese puesto lo ocupa Israel. En tercer lugar se sitúa Australia en donde el 25,7% de la población nació en el extranjero.
En este ranking, España se encuentra en una posición intermedia --el puesto 15 de 32-- con un porcentaje de inmigrantes del 14,3 por ciento, una proporción que casi llega al 20 por ciento al sumar a los inmigrantes de segunda generación.
DIFERENCIAS ENTRE PAÍSES
El gráfico de la OCDE subraya las diferencias entre los distintos países en la composición de su población inmigrante. Así por ejemplo destaca la diferencia entre países como Corea del Sur o Japón, con un porcentaje muy pequeño de inmigrantes, en comparación con países como Canadá, Suiza o Nueva Zelanda, con altos porcentajes.
Diferencias también en la composición de esa población. Así, contrasta el alto porcentaje de emigrantes de segunda generación que viven en Israel, Francia o Estonia, mientras que en otros países como Portugal, Italia o Irlanda esa proporción es muy pequeña.