ROMA 31 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Papa Francisco ha invitado a católicos y luteranos a no resignarse a la "división" así como a reconocer el "error" y pedir "perdón", durante su primer discurso en el marco de su viaje a Suecia con motivo de la conmemoración de los 500 años de la Reforma protestante impulsada por Martín Lutero.
"También nosotros debemos mirar con amor y honestidad a nuestro pasado y reconocer el error y pedir perdón: solamente Dios es el juez. Se tiene que reconocer con la misma honestidad y amor que nuestra división se alejaba de la intuición originaria del pueblo de Dios, que anhela naturalmente estar unido, y ha sido perpetuada históricamente por hombres de poder de este mundo más que por la voluntad del pueblo fiel", ha señalado.
El Pontífice ha destacado que había una "voluntad sincera" por ambas partes de profesar y defender la verdadera fe pero ha reconocido que se han "encerrado" en ellos mismos "por temor o prejuicios a la fe que los demás profesan con un acento y un lenguaje diferente".
Sin embargo, ha indicado que no pueden "resignarse a la división y al distanciamiento" que la separación produjo entre ambas iglesias y ha apuntado que este es un momento crucial para "reparar" y "superar controversias y malentendidos que a menudo han impedido comprenderse unos a otros".
Además, ha instado a reconocer "con gozo" los dones que la Reforma de Lutero ha llevado a la Iglesia pues, a su juicio, "ha contribuido a dar mayor centralidad a la Sagrada Escritura en la vida de la Iglesia".
Por su parte, el secretario de la Federación Luterana Mundial, el chileno Martin Junge, ha reivindicado la unidad y el diálogo como solución para "tiempos de gran fragmentación y marcada tendencia al conflicto" en los que "se imponen sectarismos, que llevan a individuos y comunidades a la alienación sin posibilidad de comunicarse".
La visita pontificia a Suecia se debe a los 500 años de la Reforma, que se conmemoran este año 2017, y se enmarca en el diálogo entre la Iglesia Católica y la Federación Luterana Mundial, que en 2013 se tradujo en la firma del documento 'Del Conflicto a la Comunión'.